Rajoy afirma que «por ahora» no aplicará las reformas que pide el FMI
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó ayer en Donostia que «por ahora» no va a aplicar las reformas propuestas por el Fondo Monetario Internacional, que reclamó el viernes al Estado español que suba el IVA y rebaje los salarios de los funcionarios. Se mostró convencido de que el rescate indica que «ya hay seguridad sobre el sistema financiero» y reiteró que «lo tendrán que pagar y devolver los bancos, y no el contribuyente».
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Rajoy se refirió al informe del FMI durante una conversación informal con un grupo de periodistas tras su intervención en el acto de clausura de la 17 Unión Interparlamentaria Popular, que se ha celebrado este fin de semana en el hotel Barceló Costa Vasca de Donostia.
El FMI, en su revisión de la economía española, pidió al Estado español que aumente los ingresos con una subida del IVA y de los impuestos especiales, y contemple «futuros recortes de salarios públicos». El Fondo considera deseable asimismo la reducción de las cotizaciones a la seguridad social y una eliminación de la deducción por compra de vivienda.
El presidente dijo que el del FMI es un informe más como otros que han emitido otras entidades y aclaró que las medidas propuestas no dejan de ser recomendaciones.
En su opinión, en el momento actual se le da más importancia a este tipo de sugerencias de la que realmente tienen, al tiempo que afirmó que la prioridad de su Ejecutivo consiste en reducir el déficit público.
Rajoy destacó que el Gobierno trabaja ya en la reforma de la administración pública, la más inmediata que abordará el Ejecutivo.
Antes, durante su discurso ante los 200 asistentes a la Unión Interparlamentaria Popular, el presidente insistió en que la petición de ayuda «es un paso que nos debería tranquilizar a todos, porque ya hay seguridad sobre el sistema financiero».
El presidente dijo que «estamos en un momento decisivo de la historia europea, y hoy Europa necesita política y no reglamentos. Creo que es el momento de actuar con grandeza y altura de miras, y yo colaboraré con todos aquellos que quieran trabajar en esta dirección».
Enumeró las medidas que pretende poner en marcha su Ejecutivo y con las que se mostró convencido de que «España sale seguro y pronto» de la actual situación, en primer lugar si reduce el déficit: «No podemos gastar lo que no tenemos, no nos van a dar ese dinero», apuntó.
Lo segundo es «hacer reformas que hagan nuestra economía más flexible y más competitiva» y el tercer asunto que afrontará serán «los bancos, porque sin bancos no hay crédito, y sin crédito no hay inversión ni empleo». Rajoy reiteró que el rescate del sistema bancario español «lo tendrán que pagar y devolver los bancos, y no el contribuyente».
Mas pide que se apliquen
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, terció ayer en el debate surgido tras las recomendaciones del FMI y pidió a Mariano Rajoy que las aplique «pronto». «Son medidas que requieren coraje, valentía, pero háganlo», exhortó Mas, antes de añadir que «se tendrán que hacer pronto o temprano, y si se puede hacer ahora, mejor no esperar a mañana».
Según el presidente catalán, las medidas propuestas por el FMI ya se han aplicado en Cataluña. «Algunas de las decisiones que tomamos requerían coraje político y valentía. No eran medidas populares, estamos de acuerdo, pero hacían falta. Tenemos que hacer los deberes y ésta es una de las lecciones que se tienen que aprender», insistió.
Por su parte, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, afirmó que «lo que ha ocurrido» la semana pasada ha sido un «rescate» motivado por la «improvisación» en la política económica del Gobierno español.
Señaló que el Ejecutivo de Rajoy ha pedido «un rescate de 100.000 millones de euros a Europa», pero que «siguen con su `hidalguía' y dicen que han sido ello quienes han puesto las condiciones».
Italia, de nuevo en una crisis
En Italia, el primer ministro italiano, Mario Monti, dijo que el país logró en los últimos meses alejarse «del borde del precipicio», pero que ahora «el cráter» de éste «se ha ampliado» e Italia «se encuentra de nuevo en una crisis».
«Nos alejamos del borde del precipicio, gracias a la contribución de las fuerzas políticas y de los sacrificios de los italianos, pero el cráter del precipicio se ha ampliado y nos está persiguiendo, nos encontramos de nuevo en una crisis», indicó Monti durante un acto en Milán.
Mientras Monti participaba en ese acto, en Roma 200.000 personas se manifestaron siguiendo la convocatoria de los sindicatos de base CGIL, CISL y UIL para pedir al Ejecutivo cambios en su política económica y nuevas actuaciones en favor del crecimiento y el empleo.
El Gobierno de Gasteiz recordó ayer que en el cómputo global de la deuda se le imputa la totalidad de la del BEC y de la del Consorcio de Transportes de Bizkaia, cuando parte de la misma corresponde a la Diputación de ese territorio.
Fuentes del Ejecutivo de Patxi López señalaron que parte de la deuda que se le imputa, en función de la normativa SEC (Comisión de Valores de EEUU), no le corresponde como tal. «Una cosa es lo que el SEC imputa como deuda a la Administración Pública Vasca y otra cosa es lo que debe», precisaron.
Así, explicaron que toda la deuda del BEC y toda la del Consorcio de Transportes de Bizkaia, en total 885,51 millones de euros, se considera del Gobierno autonómico, cuando éste participa en el primero en un 50% y en el segundo en un 45%. De este modo, el Ejecutivo de López debería «realmente» 425,2 millones de euros, la misma cantidad que adeuda, según estas fuentes, la Diputación vizcaína. «Así, la deuda de la Diputación figura por un importe de 425,2 millones menos de lo real y la del Gobierno 425,2 millones más que lo que realmente debe», concluyeron. GARA
Cientos de personas se manifestaron ayer por la Gran Vía bilbaina para mostrar su indignación ante el rescate de la banca española por valor de 100.000 millones de euros anunciado el pasado fin de semana, al considerar que constituye un auténtico «saqueo» de las arcas públicas. Al término de la movilización, miembros del colectivo «Ez irentsi» iniciaron un ayuno colectivo en la plaza circular, frente a las sedes de BBVA y Santander, que concluirá en la medianoche de hoy.
Los colectivos sociales convocantes pusieron el acento en que dicha medida «agravará la situación de empobrecimiento colectivo a la que nos están sometiendo desde el principio de la crisis. A todas las personas se nos ha hipotecado el futuro -añadieron-, al convertirnos en paganos de la banca, la misma que año tras año ha anunciado enormes beneficios para sus accionistas y que ha echado a la calle a casi medio millón de familias en el Estado».
Tras constatar que, «al contrario que con sus beneficios, sus deudas sí serán repartidas entre toda la ciudadanía», insistieron en que esta situación «tiene claros culpables, y tenemos el deber de señalarlos. La clase política y las entidades financieras -indicaron- han actuado con absoluta falta de responsabilidad, han dejado de lado sus obligaciones de control y han utilizado el engaño como argumento».
Reiteraron que la manifestación de ayer «es un paso más» y que «tenemos un arduo trabajo por delante», por lo que «es imprescindible que los ciudadanos nos unamos y nos organicemos».
Las protestas contra el rescate bancario volvieron a repetirse ayer en diversas ciudades del Estado. En Madrid, centenares de indignados llevaron a cabo una cacerolada frente a la sede central de Bankia, en las Torres Kio de plaza Castilla, custodiada por numerosos agentes de la Policía Nacional. GARA
