«Juego de tronos» despide la temporada con éxito y polémica
Dos noticias han otorgado especial protagonismo a la aclamada teleserie «Juego de tronos». El rotundo éxito que esta teleserie -que actualmente se emite en Canal +- logró en los Estados Unidos, cuya última entrega logró una audiencia que superaba los 5,1 millones de espectadores.
Koldo LANDALUZE |
La primera temporada de «Juego de Tronos» finalizó con 3 millones de espectadores, una cifra superada con creces en la segunda y que confirma las excelentes expectativas que ya ha despertado el anuncio de que la tercera temporada iniciará su andadura el próximo año, con el creador de la saga literaria George R.R. Martin al frente del guión del séptimo episodio.
Mientras las conjuras se desatan en Desembarco del Rey y un letal peligro se asoma desde el otro lado del Muro, «Juego de tronos» también ha vivido en sus propias carnes una ácida polémica, que en muchos sectores políticos y sociales norteamericanos no ha sentado nada bien. Dicha polémica jamás se hubiera generado de no ser por la propia iniciativa de los creadores de esta teleserie, los cuales aprovecharon el lanzamiento de la primera temporada en formato DVD para incluir diversos extras entre los cuales destaca uno muy singular.
En uno de los capítulos, el joven y pérfido rey Joffrey obliga a Sansa Stark a contemplar su último «capricho». La joven alza su mirada y contempla un conjunto de cabezas decapitadas y fijadas en estacas.
George W. Bush, decapitado
Esta escena que, en principio, no presenta una excesiva singularidad, ha alcanzado gran repercusión porque entre este conjunto macabro, destaca una réplica de la cabeza del mismísimo ex-presidente de los Estados Unidos George W. Bush.
Esta pequeña broma fue dada a conocer por los propios creadores David Benioff y D.B. Weiss, quienes explican los detalles en el DVD: «El último jefe a la izquierda es George W. Bush. La cabeza de Bush aparece en un par de escenas de decapitación. No es una opción, ni una declaración política. Sólo que teníamos que usar las cabezas que disponíamos alrededor».
Tras ser revelado este secreto, la cadena HBO se apresuró ha lanzar un comunicado explicando el asunto y pidiendo disculpas: «Estamos profundamente consternados al ver esto y lo encontramos inaceptable, irrespetuoso y de muy mal gusto. Hemos hablado sobre ello en claro a los productores ejecutivos de la serie para que se disculpen de inmediato por este error por descuido involuntario. Sentimos lo que ha sucedido y lo retiraremos de las producciones futuras en DVD».
Después de recibir este tirón de orejas por culpa de su pequeña broma, David Benioff y D.B. Weiss declararon que lo que ocurrió fue lo siguiente: «Se utiliza una gran cantidad de partes protésicas del cuerpo en la serie: cabezas, brazos, etc... Como no podemos darnos el lujo de tenerlas todas desde el principio, especialmente en las escenas en las que necesitamos un montón de ellas, las alquilamos de forma masiva. Después de que la escena fuera filmada, alguien señaló que una de las cabezas era como la de George W. Bush».