Holanda siempre ha sido un habitual en las rondas decisivas de la Eurocopa. El hecho de que hubiesen transcurrido 32 años desde la última vez que no se clasificó para cuartos así lo atesti- guaba. Para colmo, venía de ser finalista en el Mundial de Sudáfrica. Pero todo ello de poco le ha servido, firmando una nefasta fase de grupos, en la que ha perdido los tres encuentros que ha disputado.

Las posibilidades de los tulipanes no eran muchas y ayer se encontró, además, con un vendaval llamado Cristiano Ronaldo, que se fue sintiendo cada vez más a gusto conforme avanzaban los minutos. Si mantiene este nivel, el jugador madridista puede ser decisivo en el cruce de cuartos con la República Checa y en sucesivas eliminatorias.

Pese a todos esos inconvenientes, los holandeses salieron a ganar y a golear, no les quedaba otra. Pero su fulgurante inicio -anotaron el 0-1 muy rápido- se fue evaporando y fueron víctima de su necesitada disposición en el campo. Lejos de que el golazo de Van der Vaart les diera cierto poso, fueron demostrando a medida que transcurría el partido que se iban a suicidar en defensa.

Van Marwijk se hace el harakiri

Las ocasiones lusas se fueron acumulando en la agenda hasta que Ronaldo acertó con una de ellas para poner el empate. Incluso los de Paulo Bento pudieron abrir más brecha, ante una Holanda tocada, con mucho futbolista ofensivo, pero poca posesión de balón y menor llegada a los dominios del rival.

Obligado por las dos derrotas anteriores, Van Marwijk se la jugó del todo... y se hizo el harakiri. Pasado el cuarto de hora de la segunda mitad, dio entrada a Afellay y dejó una defensa de tres. Justo lo que futbolistas tan rápidos como Nani o Cristiano Ronaldo estaban deseando. No pasaron ni cinco minutos para que el primero tuviese el 2-1 en sus botas, pero un fantástico Stekelenburg -el mejor de los suyos- sacó a corner. No estuvo tan magnánimo el delantero merengue que, a la siguiente, apuntilló a los tulipanes.

Holanda, en el que estrellas como Van Persie o Robben estuvieron desaparecidas en combate, firmaba así la primera gran decepción del campeonato. Portugal, de menos a más, promete dar mucha guerra en lo que queda de torneo.