ELECCIONES LEGISLATIVAS EN EL ESTADO FRANCÉS
La mayoría absoluta del PS da vía libre a Hollande para aplicar su programa
GARA |
El Partido Socialista (PS) del presidente François Hollande obtuvo la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional en la segunda vuelta de las legislativas, que registró una abstención récord de alrededor de 44%.
Las últimas estimaciones de los institutos de sondeo daban al PS y sus aliados entre 312 y 326 de los 577 escaños, mucho más allá del umbral de la mayoría absoluta (289), lo que permitirá al jefe de Estado aplicar su programa de gobierno sin necesidad de contar con el apoyo de Europa Ecología-Los Verdes, con quienes tiene un acuerdo de gobierno y que habrían obtenido entre 18 y 24 diputados -pudiendo formar grupo propio-, ni con el Frente de Izquierda, que tendría 13 representantes.
El PS solo consiguió la mayoría absoluta en 1981 tras la victoria en las elecciones presidenciales de François Mitterrand, cuando obtuvo el 51,% de los votos, casi el mismo porcentaje que Holland (51,6%). De confirmarse las proyecciones, dominará la Asamblea Nacional, el Senado y el Elíseo, además de casi todas las regiones y las principales ciudades del país.
Una vez conocidos los resultados preliminares, el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, afirmó que los franceses «han escogido la coherencia», y reconoció que el trabajo que espera al gobierno es «tremendo y que nada será fácil». Horas antes, pidió «una mayoría clara, coherente y fuerte para aplicar el proyecto presidencial».
Para la secretaria general del partido, Martine Aubry, «los franceses ampliaron su petición de cambio. Esta victoria nos honra y nos obliga».
Por su parte, la Unión por un Movimiento Popular del expresidente Nicolas Sarkozy, y sus aliados del Nuevo Centro, mayoritarios en la Asamblea Nacional saliente, lograrían entre 212 y 234 escaños, frente a los 320 de 2007, por lo que habrían perdido un centenar de diputados.
El Frente Nacional y Bayrou
El Frente Nacional logró dos diputados, lo que le permitirá su regreso a la Asamblea Nacional por primera vez desde 1997, cuando obtuvo un diputado, aunque su elección fue anulada meses después. Su hito histórico lo logró en las legislativas de 1986, cuando, gracias a la proporcionalidad introducida por Mitterand, tuvo 35 diputados.
Uno de los escaños obtenidos ayer lo ocupará Marion Maréchal-Le Pen, nieta del fundador del partido, Jean Marie Le Pen, y sobrina de su actual presidenta, Marine Le Pen. A sus 22 años, será la diputada más joven.
Marine Le Pen, que perdió por un centenar de vostos en Hénin-Beaumont, habló de «éxito» y de «resultados espectaculares».
El centrista François Bayrou, presidente del MoDem, derrotado en la circunscripción del departamento de Pirineos Atlánticos en la que se presentaba, dijo que asumía «un cambio en la forma de mi compromiso» ante los electores.
Antiguo aliado de la conservadora UMP, dio la sorpresa en las pasadas elecciones presidenciales al recomendar el voto para Hollande, lo que suscitó las críticas de la derecha.
La candidata del Partido Socialista por la circunscripción de La Rochelle y excandidata a la Presidencia, Ségolène Royal, reconoció su derrota ante su rival, el disidente Olivier Falorni, y denunció una «traición política», ya que Farloni recibió el apoyo expreso de la primera dama Valérie Trierweiler, que supuestamente escribió un mensaje en su cuenta de twitter en el que afirmaba que «no ha desmerecido y se bate al lado de los rocheleses desde hace tantos años con un compromiso desinteresado».
El citado mensaje provocó una fuerte polémica y obligó a destacados dirigentes del PS como Martine Aubry, secretaria general del partido, a pedir el voto por Royal, exesposa de François Hollande, con quien tiene cuatro hijos, y a pedir respeto a su persona. Se da la paradoja de que ambas fueron políticamente rivales.
«Podría decir con pudor que ese tipo de intrusiones no facilitan las cosas. Nunca es bueno que haya intrusiones en la vida política, sobre todo cuando afrontamos combates tan difíciles», manifestó.
Los datos del Ministerio del Interior facilitados tras el cierre de las urnas a las 20.00 hora local indicaban que Falorni se hizo con la victoria tras lograr el 62,97% de los votos, frente al 37,03% de Royal, que lamentó «no haber podido daros una victoria que hubiera sido posible si no hubiera habido ningún candidato disidente. El resultado de esta noche es el resultado de una traición política».
Pese a esa derrota, pidió a los medios que no la retiren ya de la vida política y anunció que va a reflexionar sobre la manera en que puede seguir estando «al servicio de Francia y de los franceses».
«Soy una mujer rebelde. Voy a seguir avanzando porque tengo una voz fuerte y 25 años de compromiso político, con éxitos y derrotas que no me han debilitado», remarcó en una entrevista concedida a la cadena BFM TV, en la que añadió que esa reflexión la realizará junto con Hollande y el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault.
«Dirigir Francia es un trabajo colectivo y todo el mundo debe estar a su servicio», remarcó. Ayer volvió a recibir un mensaje «de amistad» de Aubry, quien lamentó que Falorni «haya sido elegido con los votos de la derecha». GARA