Elecciones en Grecia I CRÓNICA: UNA DERROTA QUE SABE A VICTORIA
Syriza agradece el respaldo a su programa anti-recortes
El partido conservador Nueva Democracia venció en las elecciones griegas imponiéndose por muy poco margen a la Coalición de Izquierda Radical (Syriza) que, como en la anterior convocatoria del 6 de mayo, quedó cerca de lograr una victoria que se anunciaba histórica.
Syriza no fue capaz de sobreponerse a la durísima campaña que los grandes medios de prensa y las instituciones europeas desataron en su contra para impedir a cualquier precio el triunfo de la izquierda. Las amenazas hicieron su efecto sobre los electores griegos que terminaron aceptando lo malo conocido antes que verse fuera de la eurozona o en la bancarrota ante el bloqueo económico del resto de sus socios europeos. El recurso del miedo, una vez más, dio resultado.
Para Nueva Democracia la victoria ha resultado demasiado corta y, pese a los 50 escaños que la ley electoral otorga a la lista más votada, no podrá gobernar en solitario, por lo que su única posibilidad será reeditar el ejecutivo de coalición con el PASOK, único partido que apoya la continuidad del memorando y las políticas de austeridad impuestas desde la UE.
En las primeras declaraciones a la prensa del líder conservador, Antonis Samaras, agradeció al pueblo griego el apoyo recibido pues garantiza «la permanencia del país en la zona euro» y el gobierno de «las fuerzas políticas que le llevarán al desarrollo y al empleo».
Samaras ratificó su compromiso con los mandatos de la UE y con el memorando de préstamo, que él mismo firmó, aunque aseguró que trabajará para que «desde Europa haya políticas de desarrollo para sacar al país de la crisis».
En este sentido, el precedente creado por el rescate financiero aplicado al Estado español ha dado alas a los conservadores griegos, que anunciaron una flexibilización de las políticas de austeridad en la eurozona y la posibilidad de renegociar las condiciones impuestas en el acuerdo de préstamo.
El responsable de política internacional de Syriza, Kostas Isyós, mostró a GARA su satisfacción por el apoyo recibido, pese a no haber podido alcanzar la victoria. Pero recordó que «el pueblo griego ha dado un muy importante respaldo al programa anti-neoliberal, anti-memorando y en favor de las clases desfavorecidas de Syriza», y que no se lo pondrán fácil a Nueva Democracia. Su objetivo será trabajar «desde la oposición en el Parlamento y desde la movilización en las calles, hasta acabar con las políticas de ajuste». Finalizó esperanzado, pues «la lucha continúa».
La coalición de izquierda aumentó su apoyo electoral en 10 puntos con respecto a la convocatoria del pasado 6 de mayo. Y ha dejado claro que es una opción sólida de gobierno frente a la continuidad de unas políticas de austeridad que han hundido social y económicamente al país, y para lo que no se vislumbra una solución cercana.