LA IZQUIERDA ABERTZALE, LEGALIZADA
Cavar la fosa, ahondar su derrota
Iñaki IRIONDO I
El «Abc» ofreció ayer una de esas portadas que, de creérselas, son de las que hacen historia. Sobre un gran retrato de Pascual Sala, presidente del tribunal, titulaban «El TC se rinde a los proetarras». En ese campo abierto a las ocurrencias que es Twitter, Hodei Otegi respondía: «No es suficiente que se rindan, se tiene que disolver». La influencia política debe de ser hereditaria, porque por la tarde era la mismísma presidente de la comunidad de Madrid y lideresa de la derecha extrema la que hacía suyo el consejo del hijo de Arnaldo y declaraba que «ha llegado el momento de plantearse muy seriamente por qué tiene que haber un tribunal nutrido por políticos, que se llaman magistrados pero no lo son y, si hay que hacer recortes, pues a lo mejor tenemos que pensar que el Constitucional sea una sala del Supremo».
No entiendo la afición de la derecha española y sus tentáculos asociativos, sean entre víctimas o de las FSE, de hurgar en sus propias heridas, de cavar más profundas sus fosas, de ahondar en las derrotas. Cuando todo político es capaz de vender como un triunfo haber quedado cuarto en las elecciones perdiendo la mitad de los votos y hasta un rescate milmillonario se puede presentar como una hazaña, son incapaces de dar la vuelta a una decisión del TC y hablar, por ejemplo, de la victoria de la democracia sobre el terrorismo. Interiorizaron tanto su estrategia de hacer de la lucha contra ETA un arma contra el PSOE, en la que todo siempre estaba mal, que ahora ya no pueden frenar. Todo es ETA, hasta el TC y Rajoy y...
Allá ellos. Que sigan defendiendo el Estado a cañonazos contra sus pilares. Para cuando quieran darse cuenta, ya no habrá ninguna España que salvar del independentismo.