Orgullo, responsabilidad, satisfacción y, sobre todo, muchísima ilusión. Son las palabras predominantes en el discurso de las jugadoras vascas de cara a la cita histórica que acogerá mañana el estadio de Anoeta. Euskal Herria disputa el primer partido de su historia y algunas de las futbolistas que serán protagonistas de ese momento cuentan para GARA cómo viven las horas previas a un partido repleto de sensaciones.

«Con mucha ilusión», coinciden María Goñi (Lagunak), Leire Landa (Atlético de Madrid), Iraia Iturregi (Athletic) y Aintzane Encinas (Real Sociedad). «Es emocionante -confiesa la atacante txuriurdin, doblemente feliz tras haber prestado su imagen para el cartel del evento-. Por todo, por el partido que es, por la novedad, por las ganas de demostrar... También porque será la despedida de algunas jugadoras como nuestra capitana Larraitz Lucas o Marti Docando... Es increíble la ilusión que tenemos todas, las ganas de jugar el partido, de ver cuánta gente viene, de que sea una fiesta en todos los sentidos». «Es que no falta nada -coincide Iraia-. Es la primera vez, un partido internacional, en un campo como Anoeta... Cuando hicimos el primer entrenamiento se notaba esa ilusión y esa excitación increíbles en todas las jugadoras».

No tuvo la posibilidad de participar en ese primera sesión Leire Landa, concentrada hasta ayer con la selección española, y quizá por eso se reconoce especialmente «ilusionada» porque llegue el día. Más aún teniendo en cuenta que, jugando en el Atlético, «voy a estar con muchas jugadoras con las que no estoy habitualmente. Estoy deseando que llegue». También María Goñi destaca esa posibilidad de «compartir vestuario con jugadoras que normalmente son tus rivales. La verdad es que el partido lo tiene todo. Y yo personalmente me tomo como un regalo maravilloso la posibilidad de vivir esa experiencia».

Y de entrar en la historia como integrante de la primera selección de Euskal Herria -anteriormente se habían jugado algunos encuentros solo con jugadoras adscritas a la Federación Vasca-, aunque «yo no soy mucho de esas cosas, de que aparezca mi nombre -asegura la guardameta navarra-. Pero sí estoy orgullosa de poder participar y de que la gente que lo ha organizado haya pensado en mí. Es un regalo que quiero aprovechar y disfrutar, sobre todo por mis compañeras, que sé que también estarán orgullosas y que les encantaría participar en ese partido. Ellas también estan superilusionadas, van a ir al partido... Me siento orgullosa y también una privilegiada».

También en el terreno exclusivamente deportivo. Euskal Herria no es muy grande, pero sí lo es el nivel de sus deportistas «y estar entre las 23 elegidas no es fácil -se felicita Aintzane Encinas-, así que hace mucha ilusión y te produce orgullo, aunque también responsabilidad». «Creo que el nivel es muy alto, tanto en fútbol masculino como femenino -subraya la capitana rojiblanca-. Tenemos muy buenos equipos, jugadoras que están en otros equipos de mucho nivel... No es fácil estar entre las elegidas y no hay más que ver las jugadoras que se han quedado fuera. Realmente hay que tomárselo como un premio».

La eterna pregunta

«Creo que tenemos futbolistas de mucho nivel -coincide Landa-. Puede que seamos pocos, pero tenemos grandes deportistas. De hecho, creo que ese también es uno de los puntos de interés del partido, saber dónde puede estar nuestro nivel». La eterna pregunta, a la que, privadas de la oficialidad, están condenadas las selecciones vascas. «En nuestros equipos damos un buen nivel, pero nunca hemos jugado juntas, así que creo que todas tenemos esa curiosidad y que Eslovaquia puede ser un buen termómetro». «Yo creo que el nivel es altísimo», tercia María Goñi, que se muestra optimista de cara a lo que puede dar de sí el encuentro. «Yo creo que tenemos una selección supercompetitiva, con jugadoras de muchísima calidad y un nivel altísimo. No sé demasiado de Eslovaquia, pero estoy segura de que podemos hacer un partido muy bonito».

Aunque la ilusión no se limita al terreno de juego. La de mañana será también una jornada para apoyar al euskara, reivindicar la oficialidad, impulsar la igualdad y, sin duda, reconocer al fútbol femenino. Directamente conocerlo, en algunos casos, porque probablemente haya gente que se acerque a Anoeta «y vea fútbol femenino por primera vez. Espero que le pase lo que a la mayoría, que primero se sorprende y luego repite -confía Aintzane Encinas-. Lo que tengo claro es que es otro paso adelante para nosotras y un motivo más para intentar hacerlo lo mejor posible». «Es una fiesta completa -apunta Iraia- y nosotras esperamos poner nuestro granito de arena, contribuyendo por un lado a que la gente lo pase bien y demostrando, por otro, que el fútbol femenino merece la pena». «Es una de las cosas que se echan en falta, la presencia, la visibilidad. Y por eso también nos sentimos muy responsabilizadas, porque queremos hacerlo muy bien. Y también muy agradecidas a la organización, porque creemos que este tipo de empujones son importantísimos», subraya Leire Landa.

No solo para la veintena de jugadoras que saltará al campo. «También para todas las niñas que irán con sus familias -recuerda María Goñi-. Es una buena manera de animarles, que vean que el fútbol femenino no te va a dar una vida llena de lujos, pero sí la oportunidad de vivir experiencias como esta, experiencias muy bonitas por las que merece la pena esforzarse».