La presidenta del Gobierno navarro, Yolanda Barcina, acudió ayer a la Comisión de Régimen Foral del Parlamento, pero se amparó en el Reglamento de la Cámara para no tener que dar explicaciones sobre el cese de Roberto Jiménez como vicepresidente, la dimisión de los otros dos consejeros del PSN y el anuncio de fuga del otro vicepresidente y responsable de las cuentas del herrialde, Álvaro Miranda, que fue publicada ayer en un diario local.

Barcina, de este modo, se limitó a hablar sobre la reforma del convenio económico con el Estado español para modificar el IVA de Volskwagen y de las políticas de empleo.

El Reglamento del Parlamento navarro fija con una antelación de unos diez días la agenda de comparecencias. Por ello, Barcina acudió ayer a instancias de NaBai, que hizo la petición hace dos semanas, cuando salió a la luz que Nafarroa estuvo a punto de ser rescatada al tener una deuda de 1.500 millones de euros con el Estado debido a un cambio en la exportación de coches realizado por Volkswagen, primera empresa del herrialde.

Esta circunstancia fue denunciada en una rueda de prensa celebrada ayer por la mañana por los parlamentarios de NaBai Patxi Zabaleta, Manu Ayerdi y Juan Carlos Longás, que criticaron a Barcina por no acudir al Parlamento a dar explicaciones «cuando su Gobierno se encuentra sumido en el desgobierno y el caos».

La situación es aún más kafkiana cuando la propia Barcina pidió el lunes -entonces Miranda seguía siendo vicepresidente- comparecer en la Cámara para explicar la situación en la que se encuentra su Ejecutivo. Bildu también presentó una solicitud en el mismo sentido.

Sin embargo, estas peticiones no se tratarán hasta el próximo lunes en la Mesa y Junta de Portavoces, por lo que, en el mejor de los casos, Barcina comparecería en comisión la próxima semana.

Sin embargo, NaBai y Bildu no se conforman con esta situación, ya que consideran que, ante la magnitud de la crisis de gobierno y las dudas sembradas sobre el verdadero estado de las cuentas, es preciso que se convoque un Pleno extraordinario.

El problema es que, con el calendario en la mano, no hay fechas. El próximo jueves se celebrará un Pleno, pero ya tiene fijado el orden del día -desde antes de la crisis de gobierno- y no se puede modificar. Por tanto, la anhelada comparecencia de Barcina tendría que dejarse para el siguiente pleno.

Sin embargo, llega el periodo vacacional, en el que no se pueden convocar plenos. En la Mesa y Junta del lunes, Bildu propuso habilitar el mes de julio, pero su solicitud fue rechazada.

Así las cosas, Barcina no tendrá que dar explicaciones ante el Pleno del Parlamento hasta, por lo menos, setiembre.

El portavoz de Bildu Maiorga Ramírez aprovechó la presencia de Barcina ayer en la Cámara para reclamarle de nuevo que dimita y convoque elecciones anticipadas para que la ciudadanía pueda dar su opinión ante la situación actual. «Le han dimitido tres consejeros y ha cesado a uno. Ha hecho de la Ley de Presupuestos un chicle y está generando un caos».

Aunque no habló en el Parlamento sobre la crisis de Gobierno, Barcina sí que lo hizo por la mañana ante los medios tras un acto a favor del pequeño comercio. Agradeció a Miranda su «generosidad y altura de miras» y añadió que la decisión de marcharse se había tomado «hace tiempo». Sin embargo, el 4 de junio dijo lo contrario, que no se barajaba el cese de Miranda para contentar al PSN.

Barcina tampoco quiso clarificar si era cierto, tal y como señaló Miranda en una entrevista en Navarra Televisión el miércoles por la noche, que el Gobierno navarro retrasó unos días la información de que se iba a aplicar un recorte de 54 millones de euros para que el PSN pudiera celebrar su congreso con tranquilidad.

Dos horas después de esta entrevista, en la que Miranda se mostró dispuesto a continuar dirigiendo las cuentas navarras, Barcina confirmaba a «Diario de Navarra» que Miranda se marchaba del Ejecutivo.

De este modo, Barcina se queda en una semana sin sus dos vicepresidentes. Miranda ha sido el responsable de la gestión económica de Nafarroa durante el mandato de Barcina, pero también durante el de Miguel Sanz. El PSN ha sembrado la duda sobre la veracidad de sus cuentas y Miranda se ha marchado sin aclarar las sombras.

«La marcha de Miranda no es solo para contentar al PSN, como dicen algunos. Es mucho más», destacó Patxi Zabaleta, que subrayó que representa «el desequilibrio progresivo del sistema de UPN» y denunció «la falta de claridad en las cuentas y la falta de responsabilidad de UPN y PSN en estos momentos tan críticos».

La portavoz de Bildu Bakartxo Ruiz destacó que «el Gobierno de Nafarroa tiene un problema y no es que Miranda cese o no en su cargo, sino que esta decisión es un reflejo del fracaso del modelo político y económico de UPN». Como ejemplo de ello, Ruiz citó el nuevo recorte de 132 millones que Barcina anunció el miércoles, «que demuestra que está actuando con total improvisación», y denunció que estas medidas no vayan a pasar por el Parlamento.

El secretario general del PSN, Santos Cerdán, por su parte, exigió a Barcina que dé explicaciones «porque está al frente de un Gobierno que se desmorona, máxime cuando Miranda ha anunciado su marcha solo unas horas después de que la presidenta, en el Consejo de Gobierno del miércoles, le ratificase su confianza e incluso le otorgase nuevas áreas de responsabilidad».

El portavoz de I-E, José Miguel Nuin, señaló que «prescindir de Miranda tiene una lectura muy clara y es que pretende volver a contar con el apoyo del PSN a su Gobierno y sus políticas, porque es consciente de que para sostenerse en el tiempo necesita a este partido».

El parlamentario del PP Eloy Villanueva reconoció que se encuentra «bastante perplejo» por la marcha de Miranda y reclamó a Barcina que «tome de una vez las decisiones que los ciudadanos están esperando: que recomponga el Gobierno y que el Gobierno pueda trabajar con normalidad».