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Elección de material para la final manomanista

Todos los ingredientes preparados para una «final perfecta»

En ocasiones, las elecciones de material suelen terminar de poner la dosis de picante necesaria en toda final, pero con materia prima de tanta calidad y tan fresca, la del Manomanista de este año no la necesita y todos los ingredientes parecen preparados para una «final perfecta».

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Jon ORMAZABAL I

El pelotazale ya aguarda con los dientes afilados una final que se presenta más igualada y apasionante que nunca. Los dos mejores pelotaris de la última década llegan en plena forma y la elección de ayer no fue sino el anuncio del partidazo que nos espera en el Bizkaia.

Con mucho público en las gradas, todo siguió ayer el guión previsto, con Martínez de Irujo emplazándonos al domingo para hablar de las pelotas -103 y 106 gramos- y con un Aimar Olaizola satisfecho con su material -106, y 105,4- y sin entrar a valorar las de su rival, de algo más de bote que las suyas.

Sin una palabra más alta que otra en torno al material de cara a la final, las discrepancias fueron más generales. Asi, Aimar defendió que el material ha sido el factor decisivo en el cambio de estilo de juego que se ha impuesto. «Las pelotas son muy vivas y por eso salen partidos tan cortos y tan poco peloteados».

La pregunta vino en relación a unas recientes declaraciones de Julián Retegi, que entiende este año se ha jugado con un material más exigente, algo que no termina de convencer a Irujo. «Me acuerdo de haber visto finales del 2000 y de antes y las pelotas andaban bastante más, igual puede ser que le damos más ahora. Material exigente era el del año pasado y el del Parejas, que solo tenían bote. Pueden ser exigentes porque andan, pero para mí exigente es pegarte dos horas cada partido. Así en cinco años nos quemamos todos», señaló.

Irujo: «Mejor no ver el partido ante Oinatz que igual me acojono y no vengo»

Después de un entrenamiento del lunes que no le dejó nada satisfecho, el último contacto con el Bizkaia antes de la final sirvió para que Juan Martínez de Irujo recuperara las buenas sensaciones y eso se notó en su comparecencia ante la prensa, en la que se mostró bastante dicharachero.
    
Recuperada la alegría, el delantero de Aspe señaló que «yo hubiera jugado la final ahora mismo. Le he pegado unos pelotazos a gusto, he entrenado algunas jugadas y me he quedado con ganas, eso es importante. Cuando me he levantado esta mañana, ya he comenzado a notar ese cosquilleo especial y eso también es bueno, te motiva. He venido y le he dado unos pelotazos como una moto, he disfrutado como un niño y a ver el domingo qué pasa».

Eso sí, es consciente de que enfrente tendrá a una de las mejores versiones de Aimar Olaizola en esta disciplina. En este sentido, preguntado por si había visto algún video de los partidos de Aimar, Irujo tiró de ironía al señalar que, «mejor no ver el partido contra Oinatz, que igual me acojono y no vengo». Ahí coincidió con su botillero Patxi Eugi, que a la finalización del partido de semifinales dijo no haber visto nunca a un Olaizola II tan fresco con su derecha. 

«Nunca le he visto tan bien como el otro día, en algún medio ya he dicho  que, siendo un poco cabroncete, la lesión de la rodilla le ha venido hasta bien. Anda en la cancha como nunca, la lesión del brazo le ha permitido estar como un mes sin tocar con la derecha y está más fresco que nunca. No le he visto así nunca, tiene  ya 32 años y, por el bien de los demás, creo que tendrá que ir para abajo», apuntó el de Ibero.

 En los dos partidos anteriores, ante Abel Barriola y ante Mikel Idoate, Martínez de Irujo comenzó algo tenso y concedió unas ventajas a sus rivales que luego le costó horrores remontar, algo que no podrá permitirse ante un rival como Aimar Olaizola. «Esta vez eso no vale.  Esta semana han dado por la tele la final de 2005, en la que fui ganando 15-6 y me dio la vuelta. Mano a mano no hay que darse nunca por vencido, pero viendo al que tenemos enfrente, es peligroso darle una ventaja importante.  A este le das la mano y te coge el brazo. Aimar es muy peligroso, es de los mejores manomanistas que hay y, si coge ventaja y da todo lo que tiene dentro, me puedo quedar en cinco o seis tranquilamente».

Junto a su rival del domingo, Martínez de Irujo ha protagonizado muchas finales, pero nunca termina de acostumbrarse a ellas. «Por muy buenas sensaciones que tengas, nunca sabes cómo te vas a comportar en la final. A veces te despiertas tranquilo y cuando empieza el partido los pies te tiemblan, o al revés. Todas las finales son únicas. La experiencia de jugar finales solo te sirve para llevar lo mejor posible los días previos del partido. Cuando saltas a la cancha, eso ya es otra historia», señaló.

Sus duelos contra el de Goizueta han tomado ya el cariz de clásicos por las veces en las que se han repetido «y que se repitan muchas veces más. Mientras Aimar y yo estemos en boca de todos por motivos como disputar una final, es muy buena señal», agregó.
El de Aspe entiende que el Bizkaia se le puede dar mejor a Aimar y no cree que el precedente del año pasado en cuartos sirva de nada. «Los dos estamos mucho mejor que entonces».J.O￿.

Aimar Olaizola: «Lo importante es salir bien ese día y jugar bien en ese momento, lo anterior no vale de nada»

Con esa sensación que irradia de tener absolutamente controlados cada uno de  sus movimientos y medidas todas sus palabras, Aimar Olaizola compareció ayer en sala de prensa para reconocer que sus sensaciones de cara a la final del domingo son muy buenas, una vez que ha dejado atrás esas dudas que le habían surgido por las molestias en su brazo derecho. «Estoy bien, en los últimos días no he dicho nada en torno a mi brazo, contra Oinatz Bengoetxea ya se vio que tenía el brazo bien, a partir de ahí no he tenido molestias y estoy muy a gusto».
  
Aunque reconoció que ya le ha comenzado ese gusanillo especial en el estómago previo a estas grandes citas, la del domingo será su 17ª final en primera categoría y por ello es consciente de la importancia de emplear todos los recursos a estar lo mejor posible en el día D en la hora H. «Hemos jugado muchas  veces en contra pero cada partido es diferente y habrá que ver cómo salimos a la cancha. Suele ser un día importante, lo que vale es cómo salimos ese día  y jugar bien en ese momento; el que mejor lo haga ganará».

El de Goizueta es plenamente consciente de que sus enfrentamientos contra Martínez de Irujo siguen teniendo un halo especial, se produzcan en la competición que se produzcan, pero personalmente intenta ofrecer una imagen de la mayor normalidad posible. «Aquí lo que  vale, por lo menos para mí, es que uno esté en la final. Luego, que el rival sea Irujo o cualquier otro... cada uno debe ver lo suyo. Quizá contra otro rival ves más posibilidades de ganar, pero ante Irujo te parecen partidos más difíciles», señaló.

 De ahí que no dé ninguna importancia a que los pronósticos estén más igualados que en finales anteriores. «Nunca hago caso  a esas cosas. Cuando juega Juan mano a mano, para casi todo el mundo, para vosotros también, suele ser el favorito, pero no le doy importancia», señaló el de Asegarce.

El haber perdido en la última final manomanista ante el de Ibero parece no afectarle, como tampoco el estar ante la que podría ser su décima txapela de primera. «Es un número redondo y bonito pero ahora no estoy pensando en eso. Sé que lo tengo muy difícil y, si no gano también me quedaré muy a gusto con el trabajo que  he hecho y con la temporada que llevo después de esa lesión fuerte. Al momento dará pena, pero estoy encantado. En mi caso sería ganar una txapela más, no pienso si es la octava la novena o la décima. Es una txapela muy especial, la del mano a mano, que para un pelotari es muy importante y me quedo con eso».

En torno al tipo de final que espera, Aimar Olaizola desea brindar un bonito espectáculo, similar al que ofrecieron en cuartos del año pasado en el mismo escenario, pero entiende que no será fácil. «Lo intentaremos pero hoy en día  es complicado ver un partido duro, peloteado y bueno del mano a mano. Tal y como se juega y con las pelotas que se juega, es bastante complicado. Todo el mundo va a terminar enseguida, el rival  no  te da opción de defender y es bastante complicado». J.O .

Eugi: «A día de hoy no veo quién puede sucederles»

Patxi Eugi, que en su día protagonizó una rivalidad similar con Rubén Beloki, entiende que, hoy por hoy, Aimar Olaizola y su pupilo Juan Martínez de Irujo están un escalón por encima del resto de sus competidores. «El nivel de ambos es diferente al del resto. Los que vienen por detrás no parecen tener nivel como para quitarles. Hay unos cuantos pelotaris que llevan años detrás y no han evolucionado, al revés, algunos han bajado de juego y otros se mantienen pero no evolucionan. Luego, debajo de ellos hay chavales jóvenes a los que les va a costar llegar a donde ellos. Vendrán, pero a día de hoy no veo gente que en tres o cuatro años pueda estar arriba», pronosticó el de Agoitz.

El botillero de Irujo entiende que la txapela será para aquel que «desarrolle su juego al 100%». J.O.

Asier Olaizola: «Se conocen muy bien y no hay secretos»

Asier Olaizola, que acaba de ser padre de gemelos esta misma semana, refrendó la impresión generalizada de que su hermano Aimar está físicamente en un gran momento. «Está con mucha confianza, entrenando ha estado muy bien y contra Oinatz ya le vimos muy bien, por mucho que Oinatz no jugara, ni mucho menos, todo lo que sabe. Si quiere ganar, Aimar tendrá que jugar mucho, pero Juan también tendrá que hacerlo si quiere ganar al hermano».

El mayor de los de Goizueta sabe que ambos tienen potencial de ofrecer un gran partido, «pero en una final es muy difícil». Lo que nadie puede esperar es ninguna táctica secreta de cara a esta final. «Se conocen bien, cada uno sabe qué juego hace el rival y entre ellos no hay secretos». J.O.

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