Por un instante -y vaya instante- Cristiano Ronaldo dejó de lado toda polémica creada en el entorno luso y lideró a su selección hacia las semifinales de la Eurocopa 2012 gracias al gol de la victoria y una gran actuación frente a la República Checa.

La polémica suscitada entre la expedición lusa, después de que los jugadores no quisieran hacer declaraciones en la zona mixta al término de uno de los encuentros de la fase de grupos, había dado mucho que hablar. Y es que, según los rumores periodísticos, la conspiración podría haber surgido de manos del propio Ronaldo, intentando instalar el mutismo en el entorno de su selección. Sean o no verdad esos rumores, lo cierto es que ayer el delantero del Real Madrid habló donde lo tiene que hacer: sobre el césped, con un sensacional partido y anotando el gol de la clasificación.

Como suele ser habitual a estas alturas de una competición tan importante como es la Eurocopa, los errores y los nervios aparecieron nada más comenzar el encuentro. Ninguno de los dos equipos dominaba el balón y tampoco contaba con claras ocasiones ante las metas defendidas por Cech y Rui Patricio.

Tuvo que ser un tímido disparo del luso Moutinho a las manos del guardameta checo el que iniciase la alternancia de ocasiones de este primer partido de los cuartos de final.

Mientras que la República Checa tomaba como referencia a Pilar y Jiracek, los lusos intentaban crear peligro con los contraataques. Sin embargo, todos los intentos del inicio fueron en balde. Y como ejemplo, el berrinche de Ronaldo tras un mal pase de un compañero.

Los checos, por su parte, vieron a la perfección el punto débil de los lusos: la banda defendida por Coentrao. El jugador checo de orígen etíope, Gebre Selassie, comenzó a internarse por el lateral derecho, aunque sus peligrosos centros no encontraron un rematador nato.

Dos postes de Ronaldo

Hasta el minuto 24 no se pudo ver la primera ocasión clara del envite. Coentrao cedía la pelota a Cristiano, el delantero se la pasaba a otro compañero para recibirla de nuevo dentro del área, pero su disparo fue a las manos de Cech. Aunque la jugada había quedado invalidada por falta del jugador del Real Madrid a un defensa de la República Checa.

Fue de nuevo el merengue quien pudo adelantar a Portugal en el descuento de la primera parte. El luso controlaba un balón con el pecho, se daba la vuelta y mandaba la pelota al poste derecho. No hubo tiempo para más. Webb pitaba el final.

El segundo tiempo comenzó con el mismo protagonista: Cristiano Ronaldo mandaba de nuevo el balón al palo tras el saque de una falta directa. Esta jugada pareció encender los ánimos en los portugueses, porque fueron ellos quienes mejores ocasiones tuvieron. Los checos, por su parte, esperaban atrás e intentaban crear peligro con Pilar, aunque el centrocampista se encontró demasiado solo.

Parecía que el partido podría ir a la prórroga. Ni mucho menos. Un gran Moutinho centraba un buen balón y Cristiano aparecía en el segundo palo, ganándole la partida a Gebre Selassie, para rematar de cabeza a las mallas de Petr Cech.

Cristiano habló por fin en el lugar correcto, Portugal lo celebró y la República Checa se despidió orgullosa de su afición. Ahora Portugal se medirá con el ganador del España-Francia.