Iñigo Urkullu afirmó ayer que la sociedad necesita de gobiernos «sólidos y con programas definidos». A su juicio, esto no ocurre ni en la CAV ni en Nafarroa, donde la ruptura del pacto entre PSN y UPN ha sido una «irresponsabilidad». El líder del PNV se reunió con los suyos en la capital navarra y salió del encuentro «muy preocupado» por la inestabilidad que se ha generado tras la destitución del vicepresidente Roberto Jiménez y la decisión de la presidenta, Yolanda Barcina, de «aferrarse al poder» sin apoyo suficiente en el Parlamento.

Urkullu aseguró que la situación de los ejecutivos es de «absoluta debilidad» y que les hace imposible llevar a la práctica un programa de gobierno. En el caso de Nafarroa, indicó que la ciudadanía «reclama saber la verdad sobre la gobernabilidad de Navarra y un compromiso con un proyecto político, económico y social claro para los ciudadanos». Asimismo, afirmó que lo que piden los políticos es lo mismo que los ciudadanos, gobiernos estables.

Urkullu, que compareció junto al nuevo líder del Napar Buru Batzar, Manu Ayerdi, defendió también el proyecto actual del PNV en Nafarroa, Geroa Bai, que recientemente presentó sus bases a la militancia. «Geroa Bai representa una nueva fórmula después de las experiencias pasadas, una nueva manera de hacer política, sin ataduras, sin dependencias, sin compromisos previos, sin más interés que los intereses de Navarra».

En cuanto a la CAV, el PNV critica que Patxi López no se haya sometido a una cuestión de confianza tras haber perdido el apoyo del PP. «Ni siquiera se ha dado cuenta de que el Gobierno Vasco está perdiendo votaciones en el Parlamento y, mucho más grave que todo esto, es que hoy los ciudadanos y los partidos de la oposición desconocemos el estado real de las cuentas del Gobierno», sostuvo.

Encuentro con Mariano Rajoy

Urkullu mantendrá hoy con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, un encuentro en el que le pedirá «valentía y audacia» para avanzar en el «proceso de normalización». El PNV considera que el PP ha dado pasos, pero también que el Ministerio de Interior lanza «mensajes contradictorios» en política penitenciaria, convivencia y conversaciones entre presos y víctimas de ETA. Para Urkullu, Rajoy debe de ser consciente de que «vivimos un tiempo diferente».