El portugalujo dio el salto con 18 años
Aquella pretemporada de Julen
Hace ahora veinte años un joven Julen Guerrero acudía por primera vez a la pretemporada del primer equipo, de la mano de Jupp Heynckes, tras haber disputado una docena de partidos con el filial y haber ganado la Liga y Copa con el juvenil de Amorrortu.
Joseba VIVANCO
Fue un 7 de junio con un estadio soriano de los Pajaritos con más de 2.000 aficionados rojiblancos en sus gradas. El Athletic juvenil liderado por un joven portugalujo de 18 años y cabellos rubios se proclamaba campeón estatal de Copa, logrando el ansiado doblete tras haber ganado la Liga. Aquella alineación campeona era la formada por Gorbea, Ruíz Otxoa, Larrinoa, Txutxi, Aitor Karanka, Lambea, Edu Martínez, Andrés Martínez, Kortina, Huegun y Guerrero, además de Suances y Bidaurrazaga; todos a las órdenes de José Mari Amorrortu. Pocos días después de aquella gesta, el técnico del primer equipo, recién llegado, el alemán Jupp Heynckes, convocaba para la pretemporada a uno de aquellos chavales campeones, Julen Guerrero. Ocurría hace ahora veinte años, en 1992.
El que estaba llamado a ser último mito del centenario club rojiblanco dio sus primeras patadas al balón en el Colegio Santa María, en la calle Alberto Palacios de Portugalete. Un sábado cualquiera, cuando contaba solo 8 años, su aita Julián -el mismo que a partir de entonces haría de Lezama su cuarto de estar y que guiaría acertadamente su carrera-, le acompañó hasta las instalaciones del Athletic para una prueba con otros muchos más niños. En el partidillo, seguido de cerca por la mirada de Iñaki Sáez e Iñaki Izaola, aquel rubito menudo marcó siete goles. El martes siguiente entró en la escuela de Lezama.
Lo hizo durante cuatro años a las órdenes del gran Jesús Garay, para a los 12 dar el salto al alevín. Era la temporada 1986-87, su entrenador era otro mito de la cantera, Gonzalo Beitia, y de aquella plantilla ningún otro llegaría arriba. Su debut se produjo en Cruces y ganaron 0-7, con un gol suyo. El propio Beitia recordaba unos años después, cuando Julen contaba ya 19 años, que ya de chavalín contaba con dos cualidades destacables, «era tremendamente humilde y a la vez muy ambicioso y receptivo». Incluso pecaba de «bastante individualista de tan ambicioso que era», pero «admitía todas las críticas y comprendía enseguida. Aceptaba los gritos que le dabas por no pasar el balón, pero te decía que jugaba así porque podía meter gol y sabía que iba a meter gol».
Tres goles con el filial
A los 13 años pasó al Bilbao Athletic infantil -que así se llamaba el equipo de primer año-, coincidiendo con otros futuros leones como Edu Alonso, Javi González y Jorge Aizkorreta. Dos temporadas bajo la batuta de otro `clásico' de la cantera, Luis Mari Zugazaga. El impetuoso salto al Bilbao Athletic juvenil de Fidel Uriarte lo dio con 15 años, compartiendo vestuario con los citados Edu Alonso y Javi González, y también Mikel Cortina y Aitor Karanka. Ese curso debuta en la selección española sub´16. «Ya se dejó ver con la selección y causó una cierta impresión, según me comentaron posteriormente los técnicos del Barcelona y del Madrid», diría unos años después Iñaki Sáez.
Su progresión era imparable. Nunca tuvo lesiones. La fortuna, como el gol, era su aliada. Un jugador del que destacaba «la cabeza bien amueblada» ya por entonces que, como afirmaba el propio Sáez, «ha explotado a una edad muy temprana».
Con un año más se planta en el entonces sub´19 del Athletic que dirigía Nico Estéfano y allí se junta a los Bidaurrazaga, Huegun, Suances y un Juanjo Valencia con quien dos años después debutaría en el primer equipo -junto también a Carlos García- un 6 de setiembre de 1992. Pero antes, en ese su segundo año como juvenil, esta vez con Amorrortu, es llamado para jugar con el Bilbao Athletic, en cuyo banquillo se sentaba otra institución, Blas Ziarreta. En su primer partido en Segunda A, en Compostela, un 23 de febrero de 1992, Julen anota los tres tantos de los cachorros; acabó haciendo ocho en doce partidos con el filial.
Doblete y debut
La guinda a aquella temporada mágica para el portugalujo la puso su doblete en Liga y Copa con el juvenil. Un hito en la historia de la cantera rojiblanca. Jupp Heynckes, el alemán que había puesto patas arriba Lezama a su llegada, se dejó guiar por lo que veía y por las indicaciones de Sáez. Era el verano de 1992, el mismo en el que el Athletic estuvo a punto de convertirse en propietario del Eibar, en el que el club inauguraba una línea telefónica 903 a 60 pesetas el minuto, y en el que Julen Guerrero hacía la pretemporada del primer equipo junto a los también `novatos' Juanjo Valencia, Carlos García y Galdames.
Julen Guerrero debutaba ante el Cádiz en La Catedral en setiembre. La afición rojiblanca, sumida en un bache sicológico, huérfana de resultados e ídolos, volvió a sentirse orgullosa. Por delante, 14 años en el primer equipo, el único no delantero entre los diez máximos goleadores del Athletic, el último gran león, la `Perla' de Lezama que se hizo mayor hace 20 años.
A través de facebook, ayer se mostró «sorprendido» de que en el homenaje el domingo en San Mamés a la selección de la CAV campeona de la Copa Coca Cola del año pasado, con él como entrenador, no se invitara al cuerpo técnico.