El régimen de Al-Assad advierte a la OTAN de que su territorio es «sagrado»
Siria reiteró ayer que el derribo del caza turco fue una respuesta inmediata a una clara violación de su espacio aéreo y advirtió a la OTAN, a la que ha apelado Ankara, de que su territorio es «sagrado». Turquía, que tildó el hecho de «hostil al más alto nivel», denunció un segundo ataque.
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Las autoridades de Siria explicaron ayer que el derribo el viernes de un caza turco «no fue un acto hostil» y reiteraron que el avión había violado el espacio aéreo sirio, por lo que la respuesta fue legal, al tiempo que advirtieron a la OTAN, que se reúne hoy a petición de Ankara, de que el territorio sirio «es sagrado». Turquía, sin embargo, calificó el ataque de «hostil al más alto nivel» e informó de que fuerzas sirias dispararon sobre uno de los aviones turcos que participaban en la operación de rescate del caza derribado, cuyos dos tripulantes siguen desaparecidos. La edición digital del diario turco «Hürriyet» informó de que el avión de rescate atacado ayer estaba en espacio aéreo sirio, espacio que abandonó inmediatamente.
«Siria actuó según sus derechos y como un Estado soberano. Lo que sucedió fue un accidente y no una agresión como dicen, porque el avión fue derribado por una batería antiaérea sin radar con un alcance máximo de 2,5 kilómetros», indicó Yihad Maqdissi, portavoz del Ministerio sirio de Exteriores. «Incluso si hubiera sido sirio, lo hubiésemos abatido», aseguró.
Maqdissi tildó de «mentiras» las declaraciones del ministro turco de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoglu, que aseguró que el avión militar turco derribado por Siria fue alcanzado en el espacio aéreo internacional. Ayer, el viceprimer ministro turco, Bülent Arinç, acusó a Damasco de haber derribado «intencionalmente» el aparato.
«El avión violó el espacio aéreo sirio, las defensas antiaéreas respondieron y el aparato cayó en aguas territoriales sirias. Lo ocurrido es una violación flagrante de la soberanía siria», sostuvo el portavoz sirio. «Fue una agresión clara de Turquía del espacio aéreo de Siria, según la legislación internacional, sin importar que fuera un vuelo de entrenamiento o no», señaló.
Tras la reunión de siete horas mantenida por el Gobierno de Ankara para analizar el incidente, Arinç aclaró que Turquía «no tiene intención» de comenzar una guerra y mantuvo que «lo que haya que hacer se hará dentro del marco de las leyes internacionales». En los próximos días, Turquía decidirá, dijo Arinç, si interrumpe sus exportaciones de electricidad hacia Siria como represalia.
Los turcos están a la espera de que su primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, hable sobre las reacciones previstas al derribo del aparato durante un discurso hoy ante el grupo parlamentario de su gobernante Partido de Justicia y Desarrollo.
Maqdissi afirmó que Siria desea mantener relaciones de buena vecindad con Turquía, pero advirtió a la OTAN de que el suelo sirio «es sagrado». «Si la reunión (de la OTAN, hoy) es para calmar la situación, les deseamos suerte. Pero si el objetivo es una agresión, les decimos que el territorio, el espacio aéreo y las aguas sirias son sagradas para el Ejército sirio», sostuvo.
Reunión de la OTAN
La OTAN tratará hoy el derribo del caza turco, aunque por ahora el Gobierno de Ankara no ha solicitado que se tomen medidas concretas. Los embajadores de los 28 países miembros de la Alianza evaluarán la situación y se espera que den su apoyo al aliado turco, según indicó Efe.
Turquía solo ha pedido consultas según el artículo 4 del Tratado de la OTAN, que establece que los miembros de la Alianza celebrarán consultas cuando uno de ellos crea que su seguridad, integridad territorial o independencia política están amenazadas.
EEUU y la UE, por boca de sus responsables de Exteriores, calificaron de «inaceptable» el incidente del viernes e instaron a Damasco a «cooperar plenamente» con Turquía para permitir una investigación «inmediata y urgente», mientras China pedía «calma y contención».
El presidente ruso, Vladimir Putin, inició ayer en Israel una minigira por Oriente Medio, que le llevará también a Palestina y a Jordania, en la que tratará de explicar la postura del Kremlin ante la crisis siria además de tratar cuestiones bilaterales. Ayer se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente, Simon Peres, quienes le pidieron que apoye nuevas sanciones internacionales para frenar el proyecto nuclear de Irán, su aliado. Hoy Putin se reunirá con Mahmud Abbas, presidente de la ANP, en la Muqata, en Ramallah, y por la tarde viajará a Jordania desde la Cisjordania ocupada. GARA
Treinta y tres soldados del Ejército de Siria, entre ellos un general y dos coroneles, se refugiaron el domingo por la noche en Turquía junto a un grupo de más de 200 personas. Ya son 13 los generales que han buscado refugio en Turquía.
La Unión Europea acordó ayer nuevas sanciones contra una persona y seis entidades a las que relacionan con la represión que lleva a cabo el régimen sirio y aprobó un endurecimiento del embargo de armas.