Desde el primer minuto en que ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada, los medios más ultras del infraebro han dedicado todos sus esfuerzos en tratar de poner en duda esa decisión. Entre los más empecinados está «La Razón», quien aún ayer insistía en que uno de los dos detenidos el martes en Albi estaba adiestrando al otro «como futuro miembro de un `comando'». Resulta, sin embargo, que la realidad es la que es, por mucho ejercicio de antiperiodismo que hagan algunos, algo que quedó en evidencia, precisamente, en ese mismo diario. Y es que, en la página siguiente, el columnista Iñaki Zaragüeta sacaba los colores a los miembros de la judicatura española que se han quejado porque les han retirado sus escoltas. Y señalaba: «Si las escoltas se decidieron como consecuencia del peligro de ETA, parece lógica su retirada desde el momento que la banda ha decidido no atentar. Por tanto, no es razonable la protesta de jueces y fiscales contra la decisión del Ministerio del Interior». Vamos, que cuando se trata de sacar la cara al ministerio sí se lo creen.

A continuación, Zaragüeta se pregunta si lo que tienen quienes protestan no es sino morro: «da la impresión de que su rebelión obedece más a la pérdida de ventajas de acompañantes, coche, coger..., que a la coherencia». No estaría mal que pidiera esa misma coherencia al periódico en el que escribe, la verdad. En cualquier caso, el columnista insiste en afear su conducta a jueces y fiscales: «imagino que las condiciones de acceso a la Judicatura o Fiscalía no prevén estas prerrogativas, que en tiempo de peligro son necesidades y en momentos de normalidad pasan a ser prebendas. En los tiempos que corren, ni siquiera son sensatas. Con la que está cayendo para casi todos los españoles, todos estamos llamados a apretarnos el cinturón». Vamos, que lo llevar escolta, además de no ser necesario es insolidario. Para concluir, el periodista zaragozano apelaba a «la prudencia de quienes más obligados están a tenerla», y advertía de que «jueces y fiscales no pueden aspirar a formar una casta». Probablemente si esas palabras las hubiera dicho un electo de Bildu o Amaiur el ministro de turno ya estaría rellenando casillas. Demócratas...