Los días previos al comienzo de la Eurocopa, en los reportajes que se publicaron en este periódico dedicados a las selecciones participantes en la competición, se habló del I+D+i de Alemania y de los escándalos extradeportivos que salpicaban al Calcio. En definitiva, dos versiones totalmente diferentes una de otra.

Lo cierto es que las afirmaciones que se hacían en dichos artículos no iban mal encaminadas. Como se ha podido apreciar durante el transcurso del torneo, el equipo germano -el único que cuenta sus partidos con victoria- se ha mostrado muy sólido, con jugadores jóvenes y talentosos, que ha sabido utilizar un juego ofensivo y vertical.

Por su parte, pocos se esperaban la imagen que está ofreciendo una Italia rejuvenecida. Los escándalos en el Calcio, que llevaron a la detención de 19 personas el pasado 28 de mayo relacionados con «asociación delictiva con intención de engaño y fraude deportivo», hacían prever que los jugadores transalpinos no llegarían muy lejos.

Sin embargo, el equipo dirigido por Cesare Prandelli ha sorprendido con un juego lejos del denominado catenaccio. Hombres como Buffon, Pirlo, De Rossi, Montolivo o Cassano han devuelto el espíritu ganador a una selección que sigue demostrando que sabe abstraerse en los momentos más complicados para sacar lo mejor de sí.

Italia siempre sale vencedora

En el día de hoy, uno de los dos quedará apeado de la gran final. Si nos centramos en las estadísticas, la mannschaft es la que más opciones tiene para quedarse en el camino, ya que nunca ha eliminado a la escuadra azzurra en una fase final de un gran campeonato. En total, son seis duelos con cero victorias para el equipo alemán.

Sin embargo, en la concentración que dirige Joachim Löw muchos han alzado la voz para pensar en el presente y en el futuro, y no en el pasado.

«Creo que en el fútbol no hay revancha. La derrota de 2006 no se puede compensar. El pasado no importa. El hecho de que no hayamos ganado a Italia no importa». Son palabras del propio seleccionador alemán. «La última vez fue hace seis años. Lo viví muy de cerca, fue en nuestro país, pero ahora son dos equipos nuevos. Lo hemos preparado bien, que es lo que cuenta», añadió Miroslav Klose.

El delantero es, sin duda, una de las dudas para este choque. Löw deberá elegir entre él o Mario Gómez. Además, existe la incógnita de si apostará por las nuevas generaciones, con Schurrle y Reus, o si devolverá la confianza a Podolski y Müller.

Italia, con tres dudas y algo más

En el otro lado, Cesare Prandelli vive pendiente de tres nombres: De Rossi, Chiellini y Abate. El primero tiene una ciática que le afecta a la pierna izquierda. El segundo parece recuperado de una molestia muscular que le impidió jugar los cuartos de final. Y el tercero apura con los fisioterapeutas su recuperación de una distensión en la corva de su pierna izquierda.

El médico de la selección, Enrico Castellacci, se mostró optimista sobre este trío, aunque Italia se quejó de los dos días de menos que han tenido de recuperación respecto a Alemania. De lo que no hay duda es de que el espectáculo estará garantizado y lo que importará será el presente y no el pasado.

Además de concretar el equipo que pasará a la final, el partido viene cargado de emoción por ver los duelos individuales que enfrentarán a varios jugadores sobre el césped del estadio Nacional de Varsovia: desde la portería hasta la delantera, pasando por el centro del campo y la zona del banquillo.

Neuer-Buffon, la eternidad contra el futuro. Los guardianes de la portería serán parte importante del duelo. El que para muchos ha sido el mejor guardameta en la última década frente al que otros tantos lo tildan como uno de los grandes de los años venideros. No tiene aún el liderazgo del italiano, pero el duelo lo podría cambiar todo.

Özil-Pirlo, la exquisitez por bandera. El alemán ha ido de menos a más en su selección, mientras que el italiano está siendo la batuta italiana desde el estreno frente a España. A Özil le queda toda una vida deportiva por delante; a Pirlo se le agota. Pero siempre es un gustazo tener el privilegio de ver jugar a ambos magos del balón.

Klose-Balotelli, «Papi Miro» contra «Baby Balo». Miroslav Klose, de 34 años, contra Mario Balotelli, de 21. Trece años en el fútbol dan para mucho. El ariete germano posee lo que le falta al italiano: una regularidad increíble al nivel más alto, como lo atestiguan sus 14 goles en Copas del Mundo, justo por detrás del brasileño Ronaldo (15 tantos).

Löw-Prandelli, los valientes. El técnico germano se atrevió contra Grecia a cambiar su tridente ofensivo, mientras que el italiano, durante algunos momentos, ha tenido el valor de cambiar el esquema a un 3-5-2 después de haber trabajado con un 4-4-2 durante dos años.