Joseba ITURRIA

La expedición de Euskaltel Euskadi viajó ayer desde Loiu con destino a Lieja, donde el sábado tomará la salida en el Tour con el objetivo de ganar una etapa y de colocar a Samuel en los primeros puestos de la general.

Los ocho corredores vascos del equipo del Tour -Astarloza, Rubén Pérez, Gorka Izagirre, Egoi Martínez, Verdugo, Urtasun, Azanza y Txurruka- tomaron el vuelo en Loiu a primera hora de la mañana con destino a Barcelona, donde se encontraron con Samuel Sánchez, que voló desde Oviedo. Juntos cogieron el avión que les desplazaba a Bruselas y allí subieron al autobús del equipo que les llevó a Lieja, donde a partir de hoy empezarán a cumplir con todos los trámites que establece el Tour.

Por primera vez viajaba como responsable deportivo, Gorka Gerrikagoitia, que señalaba a GARA que «vamos con un líder como Samuel a hacer la general. Somos un equipo competitivo y tenemos que serlo. A partir de la crono veremos las opciones reales de Samuel de hacer algo importante, pero la intención es hacer una buena general con Samuel y ganar una etapa».

Oportunidades para todos

Todos los naranjas buscarán esa etapa porque la misión del equipo no es solo arropar al líder: «Todos van a tener sus oportunidades. No podemos estar ocho corredores pendientes de Samuel. Ciclistas como Gorka Izagirre, como Ion en el Giro, deben buscar su oportunidad. Es un corredor ganador y a lo mejor da la sorpresa y gana su etapa, lo mismo Egoi, Rubén, Astarloza... Habrá libertad de movimientos, pero teniendo claro que corremos en beneficio del líder», apunta Gerrikagoitia.

El director de Euskaltel entiende que Euskaltel llega bien al Tour, aunque el bloque que corrió en Dauphiné no dio el mismo nivel que el de Suiza marcado por la caída de Samuel, a la que no da mayor trascendencia: «Está bien y es un valor seguro. Cada vez que prepara un objetivo no suele fallar. Tenemos esa tranquilidad. Es profesional al 100% y tenemos plena confianza en que dará un gran nivel. Su preparación para el Tour ha ido bien a pesar de su caída. El golpe fue fuerte, pero ha tenido unas semanas para que el cuerpo vuelva a su sitio».

Además tiene dos semanas hasta la crono de Besançon para que se empiece a definir la carrera, aunque Gerrikagoitia entiende que «el Tour siempre es el Tour, empieza con el prólogo de seis kilómetros que marcará distancias, la primera etapa acaba en un puerto en Seraing y, tras una jornadas largas, la primera que va a marcar diferencias es la séptima con final en un puerto -La Planche des Belles Filles- que fuimos a ver antes de Dauphiné, corto y duro. Luego la primera crono y los Alpes empezarán a abrir diferencias y condicionarán el Tour».

No le gusta el recorrido porque «son muchos kilómetros contrarreloj y solo tres finales en alto. Solo hay dos grandes etapas de alta montaña, una en Alpes y otra en Pirineos, y además no va a estar Andy Schleck, que era el que podía romper la carrera. Eso nos puede condicionar porque nos interesa una carrera dura, que haya batalla. Al faltar gente que ataque, la carrera va a estar bloqueada hasta la primera crono que marcará la carrera, lo que provocará que la gente será conservadora».

Entiende que ante un recorrido con más contrarreloj y menos montaña «la dureza la marcan los corredores y dependerá de la velocidad con la que corran y de su actitud. Los principales candidatos son contrarrelojistas y no van a arriesgar en montaña y esperarán a su terreno. Será lo más feo del Tour».

Además Gerrikagoitia teme que la fortaleza mostrada por el Sky en Dauphiné desanime a los que quieran atacar: «No había visto la superioridad de un equipo así ni en los años del Discovery de Armstrong. Si llegan al Tour en esa condición será muy difícil sorprenderle y con un líder que va mucho contrarreloj van a querer tener la carrera controlada».