Respuesta dividida de la CGT a su primer paro contra el Gobierno de Fernández
El impacto de la huelga convocado por la CGT contra varias medidas del Gobierno de Cristina Fernández se redujo por la falta de apoyo de buena parte de los gremios sindicales. El líder de la CGT, Hugo Moyano, negó que resultara un fracaso porque no era «un paro general».
GARA |
Miles de trabajadores afiliados a los principales sindicatos y gremios de Argentina tomaron las principales calles de Buenos Aires en el marco de una huelga nacional con la que reclaman distintas reivindicaciones laborales, como un aumento del salario mínimo o el rechazo a un nuevo impuesto, pero cuyo impacto quedó muy reducido ante la falta de adhesión de buena parte de los gremios, que se oponen a la continuidad del actual líder del sindicato.
La protesta de trabajadores es la primera que se realiza desde que el llamado «kirchnerismo» asumió el poder en el año 2003, pero además constituye el comienzo de lo que muchos han ven como un abierto enfrentamiento entre los sindicatos y el Gobierno de Cristina Fernández.
Hugo Moyano, líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), encabeza el pulso al Gobierno y consiguió el respaldo de partidos del Frante de Izquierdas. Miles de personas marcharon hacia la Plaza de Mayo hacia ese histórico lugar con lemas como «No al impuesto al trabajo».
«No es un fracaso»
Pero en su discurso, el secretario general de la CGT rechazó que el paro fracasara, matizando que fue convocado por el gremio de camioneros, y apoyado por otros sindicatos afiliados a la CGT Azul y Blanca, pero que no se trataba de «un paro general». Negó que su intención fuera atacar a nadie sino «defender a los trabajadores» y apeló a «las esencias del peronismo». Moyano era considerado hasta hace unos meses un aliado de Fernández. Sus detractores le acusan de buscar el poder en el seno de la CGT y una «intencionalidad política».
A la huelga se sumaron gremios de camioneros, transportistas, trabajadores de los puertos, empleados de la justicia y algunos docentes. En los bancos la situación era de completa normalidad. Pero la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), el Sindicato Único de Publicidad (SUP) , los ferroviarios de la UF, los peones de taxis y los gremios farmacéuticos , entre otros, rechazaron esta huelga, pues creen que no es la vía para resolver los problemas de los trabajadores, al tiempo que consideran que es más una acción personal de Moyano que una reivindicación laboral, según el diario «Página12».
La vísperas, la presidenta, Cristina Fernández, llamó a los huelguistas a cesar las operaciones de desestabilización. «Esta presidenta no se dejará manipular», afirmó.