En la reunión celebrada ayer en Iruñea de la mesa del Metal de Nafarroa, la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa del Metal de Navarra (APMEN) y la Asociación Navarra de Empresarios del Metal (ANEM) entregaron a los sindicatos su última propuesta de convenio.

La respuesta negativa de las centrales no se hizo esperar. ELA calificó las propuestas como «un atraco» a las condiciones laborales de los trabajadores del sector y LAB tildó de «absolutamente salvaje» la plataforma presentada por una patronal «que se encuentra totalmente envalentonada y por ese motivo se permite hacer planteamientos de este tipo».

En su comunicado, ELA denunció la pretensión de los empresarios de suprimir el complemento de antigüedad, abono del 50% del salario los cuatro primeros días de baja médica y fraccionamiento sin acuerdo de las vacaciones, así como de plantear «una flexibilidad abusiva» y medidas como una «desregulación» del calendario anual, congelación salarial, categorías profesionales más bajas que las actuales o limitación de la ultraactividad a un año.

Este sindicato considera que, de no cambiar «radicalmente» los planteamientos de las patronales y de no garantizar el mantenimiento de las condiciones sociolaborales que «ha dinamitado esta reforma», se avecina «una gran conflictividad».

ELA mantiene que los trabajadores y la sociedad navarra en general son «víctima de un gran atraco», con el que «se esta produciendo un trasvase de rentas de la clase trabajadora a la empresarial, una clara privatización de lo público y empobrecimiento del conjunto de la población». Por ello, propone «trabajar la confrontación necesaria para parar planteamientos tan lesivos para el conjunto de los trabajadores y ganar en los muchos conflictos y luchas que se avecinan en las empresas».

Bajarles «los humos»

Por su parte, LAB sostiene que el «envalentonamiento» de la patronal está motivado por la capacidad de actuación unilateral que la reforma laboral le concede si no se logra un acuerdo en numerosos aspectos, pero también por «las concesiones que se han hecho a través de distintos acuerdos suscritos en Madrid con UGT y CCOO y trasladados a Navarra a través del acuerdo con la CEN del 4 de junio».

Por ello, cree necesario «bajar los humos a la patronal» y califica de «imprescindible» la movilización para lograr situar la negociación «en torno a los objetivos de neutralizar los efectos más perniciosos de la reforma».