Raimundo Fitero
Hasta siempre
El Intermedio» se ha despedido hasta setiembre. Lo hacen asegurando su vuelta. Lo celebramos. De momento se queda Sandra Sabatés con unos resúmenes de los mejores momentos del programa, al igual que han hecho los días en los que ha habido partido de La Roja, que desaparecen de la parrilla para no malgastar esfuerzos. Es algo prudente, porque una retransmisión de esta índole es devastadora para la competencia horaria. La entrega del martes mantuvo el nivel, nos enseñó que se puede hacer entretenimiento divertido, a la vez que comprometido. Crítico con el poder, ácido si es necesario, pero siempre colocados en la parte delantera de una mirada a la realidad social y política que aplica análisis menos complacientes y que huye de servilismos partidistas.
Y como muestra el reportaje de Gonzo dedicado a los siete mineros encerrados en un pozo, al que bajó, mostró las condiciones de trabajo, entrevistó a los allí encerrados, hasta los contradijo en algún momento, para esclarecer sus motivaciones, su rutina diaria. Y fue un espléndido relato para entender que los mineros no tienen otra salida, que se sienten absolutamente dejados de la mano del gobierno que quiere aplicar un plan nuevo, no el pactado con anterioridad, ni el marcado por la propia comisión europea. Pero por encima de todas las cosas, lo que significó es que en una televisión de difusión estatal, se les dio un espacio no tendencioso, no para criminalizar a los huelguistas, ni a los manifestantes. Y eso es algo importante ante la sumisión de las cadenas a las campañas de manipulación del gobierno compulsivamente mentiroso que necesita un rescate urgente por parte de los demócratas.
Y el que se ha ido para siempre es Gustavo Pérez Puig, uno de los que pusieron en marcha los famosos «Estudio 1» de la televisión en blanco y negro. Hombre de teatro, montó varias obras de Alfonso Sastre, y televisión, donde dirigió varias series de éxito y numerosas adaptaciones de obras de teatro. Fue asesor de Aznar en sus enfrentamientos televisivos con Felipe González. Amortizado desde hace tiempo, la recuperación de alguno de sus «Estudio 1» sería el mejor homenaje y el más completo.