PORTUGAL 0

ESPAÑA 0*

El destino o una fuerza universal diferente quiso que la historia se repitiese. Los primeros 90 minutos finalizaron 0-0. En la prórroga tampoco hubo goles, por lo que la semifinal tuvo que resolverse en la tanda de penaltis. Primeros dos lanzamientos, uno de cada equipo, fallados; Iniesta, Pepe, Piqué, Nani y Ramos anotaban, pero el luso Bruno Alves erraba, 3-2 a favor de España. Cesc Fàbregas se disponía a lanzar el que podía ser el definitivo gol... y para adentro.

España alcanzaba la tercera final consecutiva, tras las disputadas en la Eurocopa de Austria y Suiza en 2008 y el Mundial de Sudáfrica de 2010. Por lo que podrá defender el título ante la selección que gane esta noche: Alemania o Italia.

En el comienzo del choque, Vicente del Bosque hacía su habitual cambio en el once ante un nuevo encuentro. Esta vez había situado a Álvaro Negredo en punta en lugar de su recambio natural, Fernando Torres, o el «falso nueve», Cesc Fàbregas.

Al técnico español le han caído numerosas críticas acerca de el hombre que debe ocupar ese puesto de ataque. Los resultados habían avalado hasta la fecha las decisiones del salmantino -Cesc marcó ante Italia y después Torres abrió huecos, Jesús Navas anotó el gol de la victoria frente a Croacia...-, y ayer se vio que había estudiado a la perfección a la selección lusa con el fin de buscar balones largos.

Pases largos a Negredo

El ejemplo más claro se vio en el minuto 28 de la primera parte. Los portugueses salieron presionando arriba, por lo que la selección rojigualda tuvo que buscar balones en largo. Y en esas, el mejor hombre no era otro que Negredo. El vallecano recibía dentro del área una pelota que controló bien y defendió mejor ante Coentrao, antes de cedérsela a Xavi, que se encontraba en el vértice del área. El catalán se la pasó igualmente a Iniesta, quien disparó arriba de la portería de Rui Patricio.

Pero el pase largo, algo que España había dejado aparcado durante un largo período de tiempo, se vio en los primeros segundos del encuentro, con el intento de Sergio Busquets por buscar de nuevo a Negredo.

Fueron los peores momentos de los españoles, ya que Portugal salió más enchufada al partido. En los dos primeros minutos ya contaba con dos córners, uno de ellos botado con gran peligro ante la meta de Iker Casillas.

Sin embargo, a los ocho minutos, los hombres de Del Bosque tuvieron la ocasión más clara. El lateral Arbeloa apareció en un rechace tras una buena jugada entre Silva e Iniesta.

No fue hasta el minuto 12 cuando apareció Cristiano Ronaldo. El luso le ganó en carrera al central Gerard Piqué por la banda izquierda, pero su centro fue a las manos de Casillas.

El delantero portugués lo intentó otra vez en el 30, con un disparo que se fue cerca del poste izquierdo del guardameta español. Fue la última ocasión clara de la primera parte.

Partido a la prórroga

El descanso sirvió para que Del Bosque cambiase de táctica. Negredo no había tenido mucho control de balón, por lo que dio paso a Cesc a los cinco minutos de reanudarse el partido. También cambio a un Silva aparentemente cansado por Navas.

Fueron, sin embargo, los lusos quienes mejor comenzaron. Hugo Almeida dispuso de tres ocasiones casi consecutivas, pero todos sus disparos de marcharon fuera de la portería.

A partir del minuto 60 el partido se convirtió en una dura batalla sobre el césped. Las faltas sustituyeron al juego de ambos equipos y los jugadores se cargaron de tarjetas amarillas.

En esas, Cristiano Ronaldo dispuso de dos faltas directas, que se le marcharon altas. Y también dispuso de la ocasión que hubiese sentenciado el choque. Corría el minuto 89, Portugal robaba la pelota e iniciaba el contraataque. El delantero portugués volvió a enviar el balón fuera. Y fin de los 90 minutos.

En la prórroga a España le quedó más chispa, mientras que Portugal pidió la hora hasta que se le concedió. La ruleta cayó del lado español, por lo que el domingo podrá defender el título.