«The Raven» no está siendo bien recibida por crítica y público, debido a que no se trata de una adaptación de un texto concreto de Edgar Allan Poe, tal como puede hacer pensar el título original, llevando a error. El título de la versión doblada, al incorporar la palabra «enigma», trata de hacer ver que hay algo más. Y ese algo más se resume en que los crímenes de un asesino sicópata se inspiran en muertes descritas en cuentos de terror y poemas firmados por Poe. Claro que, la cosa se complica, porque el escritor en persona participa en la investigación policial, coincidiendo con su última etapa en la ciudad de Baltimore a mediados del siglo XIX.

Este tipo de ficciones tan libérrimas son posibles gracias al misterio que rodea al fallecimiento de Poe, envuelto en un episodio de enajenación mental. Se le atribuyen frases extrañas, estando moribundo, que han dado pie a una leyenda gótica en la línea de cualquiera de sus creaciones fantásticas.

¿Quién es el asesino?

Entre las palabras inconexas puestas en boca del Poe terminal, se dice que nombraba de forma repetida a un tal Reynolds. Según los guionistas Ben Livingston y Hanna Shakespeare, bien podría tratarse de su editor. El personaje en cuestión, incorporado en la pantalla por Kevin McNally, aparece como uno de los tantos sospechosos de haber cometido los asesinatos en serie. Todos ellos pertenecen al entorno de Poe, y en la lista figura, por ejemplo, Brendan Gleeson como el padre de su amada Emily.

Dejando a un lado los secundarios, dentro del reparto estelar ha sido salvada la interpretación de Luke Evans en el rol detectivesco de la función. No así la de John Cusack, que de puro histriónica no guarda equilibrio con el estilo actoral de sus compañeros de reparto. Su caracterización de Edgar Allan Poe es tan exagerada, porque el actor ha creído que el escritor pertenecía a una familia teatral y debía de ser muy dramático y afectado en sus gestos. Quien debería haber puesto orden en todo ello es el realizador James McTeigue, que fuera de la protección de los hermanos Wachowski es como si no tuviera personalidad propia y anduviera perdido.