Araia está de fiestas. Ayer cientos de personas se dieron cita en la plaza de la localidad alavesa para asistir al txupinazo, que marca el inicio de los sampedros. Un comienzo, precedido por un homenaje a la ikurriña, que sirvió para recuperar una vieja danza originaria de la zona este de la llanada alavesa.

Tal como explicó el alcalde, Diego Gastañares, la recuperación de esta tradición, conocida como «Aurresku soka-dantza», es sin duda la principal novedad de un programa marcado por tamborrada, que tendrá lugar esta misma noche, y por los recortes presupuestarios. Unos tijeretazos, obligados por la crisis, que han reducido el presupuesto en 15.000 euros, pasando de 75.00o euros en 2011 a 60.000 en la actualidad.

Sin embargo, esta situación no parece haber sido un problema para el Ayuntamiento de Asparrena, donde se ubica Araia. Según destacó el primer edil, la caída en los fondos ha sido subsanada con el esfuerzo de los vecinos, que han participado de una manera activa en la organización de los eventos. «Por el tema de la crisis hemos suprimido el lunch a las autoridades, la cena de los tamboreros, y, en el caso de la cena de los jubilados, en vez de traer un servicio de catering, hemos decidido organizarla entre los ediles y los jóvenes del Txaparron», añade.

Además, para poder mantener las fiestas por encima de las dificultades económicas, serán los padres y las madres quienes tomen partido en la organización de las actividades infantiles. Así, los más pequeños podrán disfrutar de los juegos y de los espectáculos sin reparar en los efectos de la crisis.

Un acto esencial

La única actividad que no depende de la situación económica es la tamborrada, que a partir de las 23.30 tomará las calles del municipio. Como Javier Letamendi, tambor mayor junto con Enara Egurrola, afirmó, la tamborrada está por encima de todo, ya que en Araia «no se conciben las fiestas sin ella».

El desfile, en el que participan más de un centenar de personas entre tamboreros, barrileros y músicos de la banda local, data del año 1915, cuando un recién llegado, que viajó al pueblo para trabajar en la fábrica de Ajuria, implantó el sonido de los tambores entre los locales. Desde entonces, «no hay fiestas en Araia si no hay tamborrada».

Asimismo, desde la década de los 70, las niñas y los niños han tomado un protagonismo especial en la tamborrada, que, como en otros lugares de Euskal Herria, cuenta con una variante infantil. Esta, que tendrá lugar el domingo a las siete de la tarde, estará formada por medio centenar de tamboreros y tamboreras, que pondrán sonido a las fiestas hasta la aparición de los cabezudos.

De todos modos, las actividades programadas para este fin de semana solo son un aperitivo con el que abrir boca. Durante los próximos días, las personas que busquen diversión, ya sea diurna o nocturna, podrán acercarse hasta Araia para disfrutar de conciertos y kalejiras.

En este sentido, cabe destacar la programación prevista para el próximo viernes, día 6. Será entonces cuando los jóvenes de Araia puedan vivir en primera persona las fiestas en honor a San Pedro. Desde mediodía hasta la medianoche, los blusas del Txaparron, ayudados por los integrantes de la asamblea juvenil Urkamendi pondrán en marcha una agenda agenda marcada por los conciertos de Hesian, Medeku Itsua y Kale Gorrian.

Por último, el Ayuntamiento ha pedido a los vecinos que vistan trajes de típicos de caseros y caseras para poner fin a las fiestas, que concluyen el día 8.