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crisis en el gobierno navarro

Barcina defiende sola las cuentas y la oposición replica que ya no le cree

La presidenta navarra sufre de nuevo su minoría parlamentaria en su última comparecencia antes de las vacaciones. Yolanda Barcina habló de las cuentas del herrialde y personalizó de nuevo la ruptura del Gobierno en la figura de Roberto Jiménez. Sus explicaciones no convencieron a nadie y la debilidad de la presidenta quedó patente cuando el presidente de la comisión, Román Felones (PSN), le quitó la palabra por criticar a al exvicepresidente.

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Aritz INTXUSTA | IRUÑEA

Yolanda Barcina llegó al Parlamento ayer a mediodía después de firmar un acuerdo por valor de 650 millones con el Banco Santander, que incluyó apretón de manos con Emilio Botín en el Palacio de Nafarroa. La presidenta realizó una exposición con un sinfín de datos -muchos de ellos ya vistos- durante más de una hora sin llegar a tranquilizar a ninguno de los partidos de la oposición. Ya no le creen y esto allana el camino de la comisión de investigación de las cuentas públicas que ya está sobre la mesa. La única duda es si se incluirá o no en esta investigación el papel del Gobierno en la desaparición de Caja Navarra, algo a lo que el PSN se opone.

Barcina se enfrentó a la última sesión de trabajo en el Parlamento antes de las vacaciones a solicitud de Bildu y NaBai (y a petición propia a posteriori). La presidenta se había comprometido a explicar también su decisión de expulsar al PSN, cosa que justificó cargando contra Roberto Jiménez, a quien culpó de haber convertido el Gobierno en algo inestable por «hacer oposición desde dentro».

El panorama económico que dibujó Barcina resulta dramático. El arranque del 2012 ha sido nefasto para la economía navarra que, si bien había aguantado mejor que el resto del Estado los primeros envites de la crisis, ahora se desploma a mayor velocidad que los demás. La deuda, además, aprieta. Ha alcanzado el 13% del PIB (incluyendo los 200 millones de crédito directo que firmó Barcina con Botín ayer mismo y que pronto se ampliarán en otros 100).

Nafarroa está en números rojos y debe ya 2.906 millones. La receta de UPN para corregir esto es atacar los servicios públicos y, en este sentido, Barcina fue bastante clara: «El gasto estructural es el más alto de la historia y la recaudación está a la baja».

Lo cierto es que Barcina no está en posición de acometer grandes medidas de carácter estructural en Nafarroa, porque ya no está cómoda en el Parlamento. Su debilidad quedó manifiesta de nuevo ayer cuando Román Felones (PSN) le quitó la palabra en medio de una diatriba contra Roberto Jiménez por su apoyo a la huelga general del 29-M. «Está usted poniendo el listón demasiado alto para el debate», le cortó el parlamentario, y Barcina tuvo que moderarse.

La oposición ataca

Juan José Lizarbe defendió al líder del PSN, acusando a la presidenta de mentirosa y asegurando que solo son excusas «bur- das, graves e injustificadas».

Por su parte, Maiorga Ramírez, de Bildu, mantuvo que, con su exposición, Barcina mantiene su línea de oscurantismo y recordó que los documentos de gasto concretos que le han solicitado siguen sin hacerse públicos, bajo el argumento de que son «internos». Además, Ramírez le recordó que habrá que mirar partida por partida y habrá que averiguar cómo funcionan y en qué situación se encuentran las empresas públicas.

Patxi Zabaleta (NaBai) le recordó que la deuda que tiene Nafarroa no se debe tanto al gasto, sino al régimen fiscal. Exigió que se busque un nuevo modelo de recaudación, justo y equitativo, que vuelva a hacer viables las cuentas navarras. Además, acusó a UPN de «estar cautivo de las monsergas del PP».

José Miguel Nuin, de I-E, sostuvo que los presupuestos de este año «no se los creía nadie» y apostó por una investigación parlamentaria seria.

UPN y PP, por contra, aplaudieron la intervención «exhaustiva» de Barcina. Ana Beltrán, vicepresidenta del PP navarro, apoyó a Barcina por «responsable y austera».

Barcina agradece a Botín un «gesto de confianza» tasado en 650 millones

El Ejecutivo navarro y el Banco Santander suscribió ayer un convenio con el objetivo de «promover el desarrollo económico» de Nafarroa y que llevó pareja una fotografía inusitada: la presidenta de una autonomía, Yolanda Barcina, agradeciendo efusivamente el apoyo del principal banquero español, Emilio Botín. La entidad financiera dotará con 650 millones de euros varias líneas de financiación para el Gobierno, empresas, autónomos, comercios y profesionales.

El Gobierno de UPN establecerá una línea de avales de hasta 40 millones de euros para facilitar el acceso a estos créditos a las empresas en crisis, un acuerdo que la presidenta Yolanda Barcina ha presentado como la evidencia de que la economía de Nafarroa «es fiable». No obstante, agradeció al mismo tiempo el «gesto de confianza» de Botín tras insistir en que la comunidad autónoma «no tiene un problema de solvencia».

El acuerdo consta de tres convenios diferentes. El más importante supone una financiación de 650 millones, de forma que el Banco Santander habilitará una línea de financiación directa para el Gobierno de hasta 300 millones de euros para responder a sus necesidades. Su solicitud se supedita al cumplimiento del control de déficit, según precisaron. Añadieron que los créditos que se concedan con este dinero tendrá un interés menor que el del mercado.

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