Cuando se anunció el regreso del oscarizado guionista de «La red social» al medio catódico tras su participación en la excelente película dirigida por David Fincher, se generó una expectación inusitada lo que se ha traducido en la recientemente estrenada teleserie de la cadena HBO «The Newsroom».

«The Newroom» -cuya primera temporada consta de diez capítulos- centra sus intenciones en la fuerza que todavía se le presupone al llamado Cuarto Poder para cambiar el rumbo de la historia. Siguiendo al dictado una muy personal declaración de intenciones, Sorkin se ha empleado a fondo en su intento por devolver el prestigio y orgullo perdido al mundo del periodismo y para tal fin, ha creado una producción de reminiscencias idealizadas y hasta quijotescas en la que la actriz Emily Mortimer se mete en la piel de una productora de televisión que, cansada de las guerras que sacuden Oriente Medio, decide regresar a los Estados Unidos en busca de estabilidad emocional y profesional llevando a cabo un programa en el que predomina la calidad sobre las audiencias. En su intento por sacar adelante este su nuevo proyecto periodístico, la protagonista contará con la ayuda de un curtido periodista (Jeff Daniels) en horas bajas con el que comparte su personal ideario profesional y ético.

Con estos mimbres, Sorkin ha elaborado un producto que cuenta con sus particulares señas de identidad: cuidado diseño de personajes, unas tramas no ajenas a la realidad que nos rodea, cierta pedantería y ampulosidad y unas tramas que no dejarán indiferentes a nadie. Tal y como ha señalado el propio guionista, y en clara alusión comparativa con su exitosa «El ala Oeste de la Casa Blanca», «escribí una versión idealizada y romántica de nuestros líderes en un momento en el que nos dominaba el cinismo sobre nuestros políticos o gobernantes. Ahora quiero hacer lo mismo con los periodistas».