Amparo LASHERAS | Periodista
Las Vegas, La Habana, Madrid, Barcelona
Leven es un hombre de negocios estadounidense, representante de Sheldon Adelson, la empresa que desea levantar en el Estado español una réplica de Las Vegas, la ciudad del juego y el entretenimiento, donde el dinero y los negocios apenas pagan impuestos.
El gángster Bugsy Siegel la ideó y la construyó con dinero de la mafia a principios de los 40, en medio de la nada del estado de Nevada. La Cosa Nostra puso el juego, la corrupción, el negocio de las drogas y el de la prostitución; Sinatra o Dean Martin llevaron el swing de los crooners, Elvis la insolencia del rock y Hollywood la aventura del robo más perfecto en el film ``La cuadrilla de los once''.
Les voy a contar algo. Años 50, la escena se desarrolla en la película ``El Padrino II'', en la terraza del hotel Hilton, entre Michael Corleone y los jefes de la mafia que hablaban de convertir Cuba en una copia de Las Vegas. «El actual Gobierno sabe cómo animar la industria. Aquí tenemos lo que siempre hemos necesitado, una coparticipación del Gobierno en nuestros negocios». Horas después Batista huía, la guerrilla entraba en La Habana y la mafia se quedó sin negocio. En Madrid y Catalunya, Leven y sus socios han sido recibidos con honores por el Gobierno del PP y por el de CiU. Leven, que se llama igual que Corleone, ya les ha advertido que para instalar Eurovegas en el Estado español habrá que modificar leyes y hacer excepciones en la expropiación de terrenos o en el campo laboral. Lo que se hablaba en la terraza del Hilton, hoy Habana Libre, es parte de una novela, lo que se ha dicho en Madrid o Barcelona sucede en la realidad. Unos son gángsters y otros políticos pero ¿qué les diferencia? Nada.