Artistas reivindican con su programa que Arteleku está vivo
Después de las inundaciones de hace seis meses, los artistas residentes de Arteleku se quedaron «en estado de shock»; no sabían lo que iba a pasar. Pero querían hacer cosas, se juntaron, abrieron las puertas, y ahora, los que inundan el centro son los exponentes de todos los estilos.
Maider IANTZI | DONOSTIA
Cuando el Urumea se desbordó se llevó 17.000 referencias de la mediateca de Arteleku, ocasionó daños que, calculando en cifras económicas, ascienden a cerca de 1,8 millones de euros. Sin embargo, no destrozó la ilusión de los diversos colectivos y artistas residentes del centro, ni de otros agentes relacionados con este espacio. Tal como afirmó en la presentación del programa para lo que resta de 2012 la diputada de Cultura Ikerne Badiola, tampoco se perdió «la cualidad humana más importante en un lugar tan singular para el arte: la colaboración».
Seis meses más tarde, la actividad no cesa en Arteleku; la programación -«la verdadera columna vertebral» del centro-, las jornadas de puertas abiertas -que durarán hasta el miércoles- y todas las iniciativas organizadas son muestra de ello. «Queremos reivindicar que Arteleku está hoy vivo, en marcha y fuerte», subrayó Badiola que, junto a la directora de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa Garazi López de Etxezarreta, acompañó a los artistas.
La directora indicó que siguen apoyando a la Asociación Audiolab -que cumple diez años focalizando su interés en aspectos generalmente poco transitados-, al proyecto coreográfico Mugatxoan y al Laboratorio de Imagen en Movimiento que, entre otras muchas propuestas, conforman el programa.
Se da continuidad a la colaboración mantenida con el colectivo Yox, que organizará talleres en torno a la moda, la imagen y la fotografía; y Galtzagorri elkartea desarrollará el proyecto Marraz(K)Irak.
Entre las columnas que todavía tenían marcas del agua -alcanzó metro y medio de altura-, Amaia Estanga, en representación de todos los artistas que se encontraban en Arteleku, recordó que, tras la inundación, se juntaron para ver si podían hacer algo «en todo ese caos», para que la gente supiese que estaban aquí y que continuaban trabajando.
Espacio libre
«Abrimos las puertas y poco a poco la gente se apuntó. Todo el mundo que ha querido participar ha sido libre de usar este espacio. Ahora esperamos que siga funcionando y que podamos seguir haciendo cosas entre todos», declaró la artista, y la sala estalló en aplausos.
En la visita guiada por el gran edificio, vimos que estaban montando la mediateca, que esperan abrir en setiembre. Badiola explicó que deben llegar a un acuerdo con el consorcio de seguros sobre la cifra de 1,8 millones de euros, pero que han recibido un anticipo de 400.000 euros. Gracias a ese dinero, han podido acometer los trabajos de acondicionamiento mínimos, así como parte de las adquisiciones para recuperar las referencias que se perdieron. Vimos, también, exponentes de todos los estilos -plástica, video, danza, instalaciones, performance, diseño textil...-. Estos inundan con persistente sutileza los rincones de Arteleku.