«Nos arrancan el corazón, pero Errekalde sigue vivo», sentenciaron los vecinos en setiembre de 2011 al ver como las excavadoras, protegidas por ertzainas armados hasta los dientes, demolían Kukutza III. Allí, bajo los escombros, quedaron muchos años de esfuerzo, aunque las ilusiones de los errekaldetarras siguen intactas, como lo demuestra su capacidad para organizar unas fiestas que se prolongarán hasta el 8 de julio.

Con una climatología mejor de la anunciada, el arranque festivo volvió a ser bullicioso, animado por las cuadrillas y teniendo como centro neurálgico la plaza del barrio. Allí, desde el kiosko, tuvo lugar uno de los momentos de estas fiestas, cuando representantes de la Gazte Asanblada -la iniciativa juvenil que ha cogido el relevo del colectivo Kukutza- y Errekalden Kaleratzerik Ez -la plataforma vecinal en contra de los desahucios- leyeron su pregón, reivindicativo donde los haya.

Hoy es el día dedicado a las mujeres, en el que destaca la subida al Ganekogorta, el concurso de paellas, sin olvidar otro clásico como es el campeonato de tiragomas o los juegos de mesa, en la sobremesa, tras degustar las cuadrillas sus deliciosas paellas. Al certamen de jotas, a las 18.00, le seguirá otro momento reivindicativo, el de la cacerolada en la plaza contra la violencia contra las mujeres. A la 1.00, en medio de la verbena con Gora Herria, habrá otro acto contra las agresiones sexistas.

Las actividades programadas hoy son las habituales en el programa festivo de Errekalde, donde prima la participación de los vecinos y de los diferentes colectivos y clubes deportivos. Más de uno echará en falta algunas, son las que han desaparecido por falta de infraestructura debido al derribo de Kukutza III.

Desde la comisión de fiestas no ocultan que ha sido «duro» tener que dejar de organizar algunas actividades, «aunque no había otra opción y nos hemos tenido que adaptar sin que se resienta la oferta global». Así, no se celebrará la séptima bajada de goitiberas, que tenía un buen número de adeptos; o la decimoprimera competición de escalada, al desaparecer el rocódromo que se instalaba en la plaza.

La huella que deja el gaztetxe

Tampoco habrá, «con mucho dolor», gala de circo, espectáculo de danza moderna, y los conciertos y actividades que se programaban en el emblemático gaztetxe, «ambas actividades de las más importantes de las fiestas y que atraían hasta Errekalde a gente de otros barrios de Bilbo y de pueblos aledaños», subrayan con pesar.

Mañana, otro clásico en el programa, el Día de los Pueblos, donde destaca un espectáculo relacionado a partir de las 21.00. No faltarán, al mediodía, el alarde de danzas con Arraizpe Dantza Taldea y la comida popular de Txoriak a las 14.30. La sobremesa será de nuevo para los juegos de mesa, en particular el campeonato de tute y ajedrez, a los que seguirán otros campeonatos, como el de lanzamiento de alpargata con el pie y el de rana. A las 20.00, se ofrecerá una sardinada en la plaza.

No hay descanso en Errekalde, ya que el lunes será la jornada dedicada a los txikis, con parque infantil a partir de las 11.30. Por la tarde, encuentro de teatro en la calle, chocolatada y concurso de tortillas. A las 20.00, espacio para la reivindicación ciudadana, en uno de los barrios emblemáticos del Botxo en la lucha por unas condiciones de vida mejor, con una acción de Errekaldeberriz Auzo Elkartea, consistente en la «deconstrucción del barrio». A partir de las 20.15, la coral Arraizpe recorrerá las calles y una hora después, en la plaza, los aficionados al karaoke tienen una cita.

En los días sucesivos seguirán las actividades para todos y todas en un Errekalde combativo.