Los estudiantes chilenos volvieron a demostrar el jueves su fuerza con la manifestación más multitudinaria del año en Santiago, convocada en el marco de una jornada de paro, para arremeter contra los ingentes beneficios que obtienen muchas instituciones, pese a que el lucro educativo está prohibido. 250 personas fueron detenidas en Santiago y otras 80 en otras ciudades.

Los líderes estudiantiles cifraron en 150.000 los asistentes, cifra que la Policía rebajó a 40.000, una prueba de que el movimiento, que en 2011 salió a las calles más de 40 veces, no ha perdido poder de convocatoria. Miles más se juntaron en Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Concepción, Valparaíso, Temuco y Valdivia.

Los estudiantes siguen exigiendo erradicar el modelo impuesto en 1981 y terminar con los altos precios que deben pagar por sus estudios, pese a que el Gobierno de Sebastián Piñera ha emprendido algunas medidas para mejorar la supervisión y facilitar el pago a los alumnos.

Esta vez, la denuncia se dirigió contra el lucro en la educación, en el que muchos centros incurren a través de subterfugios legales como el de las sociedades que controlan estas universidades y constituyen empresas inmobiliarias que arriendan locales a la propio centro para obtener beneficios.