Al Assad rechaza una solución impuesta la víspera de la reunión sobre Siria en Ginebra
GARA |
El presidente sirio, Bashar al AsSad, rechazó ayer una solución impuesta desde fuera del país al conflicto sirio y acusó a Occidente de colonialismo y de tratar de imponer sus posturas a otros Estados, en una entrevista con un canal de la televisión oficial iraní, IRIB4.
Al Assad acusó a potencias extranjeras de apoyar a los «grupos terroristas» para «buscar el caos», por lo que anunció que proseguirán las operaciones militares contra los grupos opositores armados. Para Al Assad, el conflicto sirio «es un asunto interno en el que no cabe intervención extranjera», por lo que reiteró que el régimen de Damasco no aceptará presiones externas a la hora de mantener la seguridad.
Las declaraciones del presidente sirio se produjeron en la víspera de que hoy se reúna en Ginebra, en la sede europea de la ONU, una conferencia ministerial sobre Siria del llamado Grupo de Acción, con el objetivo de encontrar una vía de pacificación para el país árabe.
Funcionarios de Rusia, China, EEUU, Estado francés, Gran Bretaña, más Turquía, la ONU, la UE y la Liga Árabe no llegaron ayer a un acuerdo en una reunión preparatoria convocada por el enviado especial para Siria, Kofi Annan, por lo que dejaron la negociación en manos de sus respectivos ministros.
Rusia lamentó la ausencia de Irán, Arabia Saudí, Jordania y Líbano de la lista de países invitados a la reunión, pese a la cual ve en la iniciativa «una muy buena oportunidad» para resolver la crisis. La propuesta rusa de incluir a esos países se topó con el veto radical de Estados Unidos. Kofi Annan expondrá en Ginebra una nueva propuesta de paz de la que no se conocen todos los detalles pero que plantea la creación de un Gobierno de unidad nacional sin reclamar de forma explícita la salida del presidente sirio .
Despliegue de tropas
Sobre el terreno, el Ejército sirio llevó a cabo un despliegue masivo de tropas, con 2.500 soldados y 170 vehículos, en la frontera con Turquía, según los insurgentes, que consideraron este acto «una demostración de fuerza» ante el refuerzo de Ankara de la frontera con una batería de misiles y vehículos militares. Por otro lado, la oposición indicó que se llevaron a cabo hasta 600 manifestaciones contra el régimen en distintas localidades de Siria, y que al menos 54 personas murieron por la represión de las fuerzas de seguridad o en los combates con la insurgencia armada.