Entre diferencias horarias y el extenso programa de los campeonatos, el atletismo de elite desarrolla estos días su actividad a todas horas. En Kingston, capital mundial de la velocidad, deciden quien correrá dentro de un mes las pruebas más mediáticas de los Juegos.

Cuando este ejemplar llegue al kiosko ya se habrá producido esa final que podría haber agrupado a siete atletas con marcas por debajo de los diez segundos, aunque en los cuartos de final en el caluroso estadio Nacional ninguno bajó de esa barrera.

El más rápido fue Yohan Blake, que ganó su serie en 10 segundos justos con viento favorable de 0,8 m/s. Usain Bolt ganó la suya en 10.06, (+0,2 m/s). Michael Frater logró el tercer mejor tiempo (10.09, +1,3 m/s), mientras Nesta Carter se impuso en su serie a Asafa Powell, aunque ambos con idéntico crono de 10.19 (0,2 m/s).

Vuelve Borzakovskiy

En Helsinki, capital mundial del atletismo por su devoción por este deporte, por fin se vivió una tarde soleada en ese estadio que fue sede olímpica en 1952 y ha acogido dos Mundiales (1983 y 2005) y tres Europeos (1971, 1994 y 2012). El ruso Yuriy Borzakovskiy completó su palmarés con el oro que le faltaba en 800 metros y rememoró viejos tiempos. A sus 31 años, ya no es el atrevido moscovita que maravillaba con sus marcas y su forma de correr, con esas remontadas espectaculares con las que llegó a tiempo al oro en Atenas'2004 y a unos cuantos podios mundiales. Su compatriota Yelena Arzhakova se impuso en los 800 en versión femenina.

Tanto el subcampeón olímpico, Mekhissi-Benabbad (3.000 metros obstáculos) como la campeona mundial, la ucraniana Saladuha (triple) defendieron sus títulos de Barcelona'2010. Fue una tarde para el 400, entre vallas y lisos. En las primeras, la rusa Irina Davydova firmó la mejor marca mundial del año (53.77), en los lisos, sin las mejores rusas, se lució la sueca Moa Hjelmer, mientas entre los hombres se hizo con el título el checo Pavel Maslak.

En el preolímpico de Estados Unidos, que se celebra en la Universidad de Oregón, Galen Rupp fue el hombre de la jornada. Corría en casa, logró un doblete que no se producía en los Trials desde hace 60 años y ante un Bernard Lagat al que nunca había ganado. Rupp, vencedor hace una semana del 10.000, se impuso esta vez en el 5.000 para delirio de sus paisanos (13:22.67). Entrenado por Alberto Salazar, ganó al incombustible Lagat (13:22.82), que ha corrido en los Juegos como estadounidense y como keniata. También ayer, el sudafricano Oscar Pistorius, el atleta de las prótesis de carbono, se quedó a milésimas de lograr la mínima en los 400 metros que le hubieran otorgado la clasificación individual para los Juegos Olímpicos.

Convertido en Daegu'2011 en el primer amputado que logra competir en un Mundial, ayer en el Campeonato de África de Benín dio la vuelta a la pista en 45.52 segundos, -cuando necesitaba hacerlo en 45.30-, quedó segundo pero decepcionado, aunque aun podría correr en Londres con el relevo de 4x400.