El asturiano señala en su entrevista a GARA que la caída de la Dauphiné no ha alterado su preparación y que en Sierra Nevada ha podido realizar todo el trabajo previsto. Siente que llega como en 2011.

¿Cómo llega al Tour tras el susto que dio al caerse en Dauphiné?

El primero que se llevó un susto fui yo, que pensé que tenía que echar pie a tierra el día que me caí. Saqué coraje donde no lo había pensando en el Tour. Sabía que si me iba para casa se me complicaba todo y ahora estoy mucho mejor. No ha cambiado la planificación en nada, pudimos acabar Dauphiné y espero que el esfuerzo tenga recompensa en julio.

¿Queda alguna secuela?

No he tenido secuelas, la recuperación fue buena. Hice caso a los médicos, estuve dos días parado y la noticia positiva fue que no había nada roto. Con el paso de los días los dolores bajan.

Los médicos ese día daban por seguro que tenía una costilla rota...

Cuando estaba en el suelo tirado y cuando me trasladaron al hospital me dijeron que tenía la costilla rota, pero en las primeras radiografías se vio que no y las resonancias que me hicieron al llegar a casa confirmaron que por fortuna todo se quedó en un problema muscular tras un impacto muy fuerte. Si hubiera algo roto sería más complicado.

¿La caída le impidió hacer en Dauphiné el test previsto?

Me hubiese gustado probar un día y verme con los de cabeza para saber cómo iba la preparación y el cuerpo no me lo permitió. Con el golpe que recibí y el sobreesfuerzo que hice para llegar a meta el cuerpo estaba fatigado y acabar Dauphiné es un triunfo. Sé que el trabajo que hice está en las piernas, no pudimos estar donde queríamos, pero es mejor haber podido acabar que haberme ido para casa.

En una edición en la que tan importantes serán las cronos, ¿le apena no haber podido disputar la de 53 kilómetros?

Está bien hacer una hora de esfuerzo a tope para acostumbrar al cuerpo a lo que va a venir y no lo pudimos hacer, pero me doy por satisfecho con acabar la crono y no caerme porque Andy Schleck se fue al suelo ese día y se quedó sin el Tour. Yo no quise tomar riesgos para perder mucho y no ganar nada y me limité a buscar la postura en la que podía ir más a gusto para acabar. No nos fuimos al suelo y eso fue lo más positivo viendo lo que le pasó a Andy.

¿Cómo se ha visto en los test de las dos semanas que estuvo después en Sierra Nevada?

He podido realizar el trabajo previsto desde antes de ir a Dauphiné sin ningún contratiempo. De haberme ido para casa habría que haber cambiado la planificación porque lo que te da la competición no te lo da el entrenamiento. En Sierra Nevada he visto que llego al Tour parecido a otros años. Es lo que quiero pensar y para eso trabajo. Aunque al final el cuerpo no es una máquina, un coche que das vueltas a un circuito y marcas el mismo tiempo. Las sensaciones que tengo son buenas, parecidas a las de 2011. Soy optimista. Llego contento porque veo que el cuerpo se ha recuperado bien de la caída y de los esfuerzos. La preparación va bien, pero la carrera siempre es diferente y no sabes qué ocurrirá.

Gorka Gerrikagoitia comentaba que el recorrido no le gustaba y, sin embargo, a usted sí...

El Tour siempre es una carrera difícil y el beneficio que tengo este año es que no hay crono por equipos. El año pasado salimos con minuto y medio de penalización y eso no va a pasar. Luego hay gente que no va bien contra el crono y los escaladores puros se van a ver más perjudicados y los contrarrelojistas que van bien en montaña van a tener una oportunidad buena y una cierta ventaja sobre los que no van tan bien. Pero hay que recordar que en el Tour que ganó Sastre en 2008 había dos cronos largas y ganó un escalador. Además, si ves la participación, en el Tour todo el mundo contrarrelojea bien, aunque quizás por encima de todos esta Wiggins, que es el beneficiado.

¿La fortaleza mostrada por Wiggins y Sky en la Dauphiné y la ausencia de Contador y Andy Schleck puede desanimar a la hora de plantear batalla?

Si el Sky está como en Dauphiné es muy complicado porque demostró una superioridad aplastante con cuatro ciclistas entre los diez primeros, hizo primero y segundo... Pero el Tour es una carrera diferente, tienen a Cavendish, con el que querrán ganar etapas, y eso les mermará. Esperemos que los demás ciclistas nos podamos ver beneficiados de la presencia de Cavendish y de que tendrán que repartirse el trabajo.

¿Es Wiggins el gran favorito?

Yo como favorito veo a Evans. A Wiggins lo veo como aspirante numero uno, pero no sabe lo que es subir al podio del Tour. Evans ha subido tres veces al cajón, una como ganador, y le doy mucho más favorito porque en la Dauphiné le he visto muy parecido al año pasado, con las mismas sensaciones y le veo con muchas opciones de repetir.

¿A quiénes ve como candidatos a subir al podio de París?

A Menchov porque siempre que hay cronos largas lo hace muy bien. Además hay muchísima gente como Nibali, Gesink, Vandenbroeck, Valverde, Klöden, Frank Schleck, Leipheimer... y siempre aparece alguno más.

¿Cual es su objetivo?

Lo primero es no caerme porque ya vimos que el año pasado se fue mucha gente para casa. Si no te caes, la carrera será mejor o peor, pero lo fundamental es eso, como lo he sentido en la Dauphiné. Luego espero saber que tengo la misma condición del año pasado. Con esa seguridad, la carretera te marca los objetivos, pero me gustaría tener un podio por mis propios méritos y no como el que tengo por la descalificación de Alberto Contador. He hecho tercero, pero no tengo esa foto en el podio de los Campos Elíseos de París que me gustaría tener. Sé que va a ser muy complicado porque el año pasado estaba en un momento muy bueno y acabé quinto y en 2010 no estaba tan fuerte y acabé en el podio, aunque fuera por causas extradeportivas. Se tienen que dar muchas circunstancias a favor para estar arriba y lucharé también por si se presenta la oportunidad de ganar etapas y el maillot de lunares de la montaña.

¿Hay alguna etapa que le haría especial ilusión ganar?

Por pedir siempre pediría ganarla en Pirineos delante de la afición. En cualquiera de los Pirineos -sea la de Foix, la de Bagneres o la de Peyragudes-, la que más cerca esté de casa es donde más motivado estaré.

¿Le beneficia que haya etapas en las que puede aprovechar su habilidad para el descenso a meta?

Llegando bien siempre que se puede sacar tajada en los descensos está bien, pero para eso hay que bajar y subir adelante.

¿Cree que las cronos van a decidir la clasificación general y que la montaña será poco decisiva?

Donde más diferencias habrá es en las cronos, porque las dos son muy largas y exigentes. La última además siempre marca. Hemos visto pasar apuros a Alberto en esa crono final del Tour que le quitaron en 2010 y en la del 2011 lo perdió Andy ante Evans. Volverán a ser decisivas, pero en la montaña también habrá diferencias porque el Tour se caracteriza por ser muy duro. Sobre el papel parece más suave, pero el Tour siempre es duro, habrá emboscadas, se pasan Alpes y Pirineos y hay un par de etapas muy duras... El ciclista que gana una grande debe ser regular sin fallar ni en la montaña ni en la contrarreloj.

¿Cómo llega su equipo a Lieja?

Tenemos un equipo con experiencia en el Tour. El año pasado tuvimos dos caras nuevas, Gorka Izagirre y Urtasun, que lo hicieron bien y vuelven a repetir. Al final el bloque es el mismo con la entrada de dos corredores que conocen la carrera como Mikel Astarloza y Azanza. Todos saben lo que es correr un Tour. A partir de ahí, el equipo no puede perder su identidad y debe ser competitivo. Además este año llegamos con mucha tranquilidad. El equipo está funcionando muy bien, hemos ganado la Vuelta de casa con dos etapas, una en la Volta siendo segundos, ganamos una etapa en el Giro e hicimos Top 10...

¿Van muy bien en la consecución de puntos para ser World Tour?

Para ser World Tour se necesitan sumar muchos puntos y estamos sacando bastantes que van a ser vitales y suficientes. Este año me está saliendo bastante bien y he sumado 252 puntos en el World Tour, pero se necesita que sumen al menos tres ciclistas y entre los demás también están sumando. Eso es bueno, que sean los máximos ciclistas los que acumulen puntos. Eso nos permite llegar al Tour tranquilos y motivados.