TOUR 2012 | Los vascos
Experiencia con eusko label
Una decena de ciclistas vascos partirá hoy de Lieja con un triple objetivo: contribuir al éxito de sus jefes de filas, brillar en alguna etapa y llegar a los Campos Elíseos. La experiencia avala al grupo, que ha completado más de una cuarentena de Tours.
Amaia U. LASAGABASTER
En un mundo en el que la juventud se cuenta entre los valores más apreciados, la veteranía también tiene su hueco. Y no precisamente testimonial. Es, de hecho, una de las cualidades con más peso en el curriculum de los ciclistas que aspiran a participar en la mejor carrera del mundo. La experiencia se revela especialmente importante en una prueba como el Tour, donde cada terreno y cada jornada puede encerrar una trampa. No faltan aspirantes al maillot blanco pero, año tras año, los directores de equipo se decantan por «nueves» con muchos kilómetros en las piernas.
Sobre todo -aunque victorias como la de Cadel Evans demuestra que tampoco el amarillo es exclusivo de la chavalería- los que buscan buena compañía para sus líderes. No hay como sentirse al abrigo de un gregario con experiencia. Euskaltel-Euskadi se lo ha tomado este año al pie de la letra. Por primera vez, no habrá debutantes en el equipo naranja, que solo partirá con dos corredores menores de 30 años. Lo mismo sucede con los otros dos representantes vascos en este Tour. Imanol Erviti tampoco ha alcanzado la treintena, pero ya lleva dos Tours en sus piernas. Qué decir de Haimar Zubeldia, que parece dispuesto a hacer la competencia a Zoetemelk e Hincapié.
Serán, en total, diez los representantes del ciclismo vasco en las carreteras francesas, cuatro menos que el año pasado. Una lista en la que se echa en falta a otros veteranísmos como Juanma Garate o Xabi Zandio que, enrolados en formaciones potentísimas en las que -sobre todo en el caso del navarro- la competencia es extraordinaria, tendrán que seguir esta vez la carrera por televisión. También se caen de la lista, respecto a 2011, Beñat Intxausti, Markel Irizar, Alan Pérez e Iban Velasco. Vuelven, a cambio, Jorge Azanza y Mikel Astarloza.
Menor número, pero experiencia de sobra. No es solo que no haya un solo debutante, es que entre todos han disputado nada menos que 46 Tours -y acabado 42-; más de 160.000 kilómetros por carreteras francesas. Cuatro vueltas completas a la Tierra, habitualmente encomendadas a trabajar en favor de sus líderes, aunque eso no les ha impedido hacer buenos puestos en la clasificación general, chupar muchas horas de televisión en fugas continuas, e incluso levantar los brazos o pisar el podio de Paris.
Mikel Astarloza. El suyo es el regreso con mayúsculas. Hace casi dos años alcanzó el cielo, al cruzar en primer lugar la línea de meta de Bourg Saint Maurice, aunque poco después caía al infierno de la sanción. Lo que ha motivado, de hecho, que tras disputar siete Tours de manera consecutiva -los cuatro primeros con el maillot de AG2R, después con el de Euskaltel-Euskadi-, el que arranca hoy vaya a ser su primera gran carrera por etapas en 24 meses. Una ausencia que podría generar dudas, pero su rendimiento en la Vuelta a Suiza invita al optimismo.
Jorge Azanza. Bastante más ha tenido que esperar el altsasuarra para regresar a la Grande Boucle. La disputo en 2007, el año de su debut con Euskaltel-Euskadi, y consiguió tomarse el champán en los Campos Elíseos. Desde entonces, su calendario se había mantenido fuera de la prueba francesa. Regresa ahora tras completar Giro y Vuelta el año pasado.
Imanol Erviti. Será el tercer Tour consecutivo para el navarro, al que muchos consideran el relevo natural de Txente García, ahora en el coche, en Movistar. Hombre de absoluta confianza de Eusebio Unzue, a cuyo lado ha crecido, lo será también de Alejandro Valverde, sobre todo en las interminables llanuras francesas. Si el murciano no consigue colocarse entre los primeros de la clasificación, Erviti ya ha demostrado en la Vuelta su capacidad para pelear por victorias parciales.
Gorka Izagirre. No solo es el corredor más joven de la representación vasca en el Tour. También, a sus 24 años, el único que puede pelear por el maillot blanco. Aunque, en principio, no será el objetivo del ciclista de Ormaiztegi que, en su segunda participación -el año pasado concluyó en la 66ª plaza-, deberá trabajar en favor de Samuel Sánchez y, por qué no, intentar emular la experiencia de su hermano en el Giro.
Egoi Martínez. El indiscutible hombre-Tour de Euskaltel-Euskadi. Desde que debutara en la Grande Boucle en 2004 con la formación naranja, no se ha perdido una sola edición -dos de ellas con el maillot de Discovery Channel- de la prueba, en la que ha disfrutado de algunas de las mayores alegrías de su carrera, pero también ha sufrido un par de dolorosos larguerazos, como el segundo puesto en Prato Nevoso por detrás de Simon Gerrans o la segunda plaza en la clasificación de la montaña en 2009. De aquel año, sin embargo, es también uno de sus mejores recuerdos porque se convirtió en el primer corredor del conjunto vasco que portó el maillot a puntos del Tour. Dos años antes se había subido al podio de los Campos Elíseos, al imponerse en la clasificación por equipos con el Discovery del vencedor Alberto Contador.
Rubén Pérez. El llanero solitario de Zaldibar. Y no, no es que se lleve mal con sus compañeros, es simplemente que no parece acabar de encontrarse a gusto con la masificación del pelotón. Eternamente en fuga, y cuando no, prestando su rueda al líder de turno, el corredor vizcaino se ha convertido en un fijo del «nueve» naranja. Como que desde que debutó en 2007 no se ha perdido uno solo. El próximo 22 de julio intentará concluir el sexto consecutivo.
Amets Txurruka. Otro que tal baila. La combatividad personificada, capaz de intentarlo en cualquier terreno, pero siempre con un litro extra de gasolina reservado para echar una mano, o dos, al jefe. Al vizcaino tampoco le falta experiencia en el Tour, aunque las últimas no han sido precisamente agradables. El que comienza hoy será el sexto consecutivo en el que tome parte, pero solo pudo completar los dos primeros. En 2009 llegó fuera de control, a apenas tres días de que concluyese la carrera, después de haber rodado prácticamente toda la etapa en la única compañía de Alan Pérez, igualmente descalificado, en lo que fue un auténtico calvario para ambos. Un año después, una caída en la cuarta etapa se saldaba con fractura de clavícula y el billete de vuelta. En 2011 se repetía la historia en la novena etapa. Aunque el álbum está encabezado por los buenos recuerdos. Sobre todo el de 2007. En su debut en la ronda gala, se convirtió en el primer ciclista en la historia de Euskaltel-Euskadi que subía al podio de Paris, como reconocimiento a su combatividad. Es el único que llega a Lieja tras haber completado el Giro.
Pablo Urtasun. Tuvo que sobrepasar la treintena para estrenarse en el Tour. Fue el año pasado y la experiencia resultó tan positiva que repite. El de Urdiain es uno de esos corredores que nunca deben faltarle al líder, aunque su trabajo pocas veces se vea por televisión.
Gorka Verdugo. Otro con plaza asegurada en el «nueve» naranja de la Grande Boucle. Desde que debutara en 2006 no se ha perdido una sola edición, siempre con el maillot de Euskaltel-Euskadi. Escalador resistente, ineludiblemente cosido al líder, sobre todo cuando el terreno de complica, el año pasado fue el más fiel escudero de Samuel Sánchez, pese a lo que logró acabar en un destacado 25º puesto en la general final.
Haimar Zubeldia. Le falta bastante para alcanzar las cifras de George Hincapié -el norteamericano superará hoy a Joop Zoetemelk con 17 participaciones-, pero las suyas también son de récord. Diez Tours ha disputado el usurbildarra, con un solo abandono. Desde que debutara en 2001, solo se ha perdido el de 2010, como consecuencia de la caída que sufrió dos semanas antes en el Criterium de Dauphiné. La única excepción de una década en la que ha concluido en tres ocasiones en el topten de la general (fue quinto en 2003 y 2007 y octavo en 2006), ha rozado la victoria de etapa en un par de ocasiones y ha subido al podio de los Campos Elíseos. Fue en 2009, cuando conquistó la clasificación por equipos con el Astana del vencedor Alberto Contador. A sus 35 años -es el más veterano de los corredores euskaldunes en Lieja- y vista su actuación en el último Criterium de Dauphiné, en el que acabó en la décima plaza de la general final, puede encontrarse con una buena opción para brillar, al haber quedado descabezado su equipo tras la lesión de Andy Schleck. La falta de un líder para la general puede empujar a RadioShack a la búsqueda de otro tipo de objetivos, traduciéndose en mayor libertad de movimientos para los hombres de Johan Bruyneel.
La representación euskaldun en el Tour es, en realidad, bastante más amplia. Directores, masajistas, responsables de comunicación, auxiliares... Todos ellos encabezados, si de experiencia se trata, por Eusebio Unzue, cuya formación -más allá del patrocinador que le haya ido dando nombre- cumple tres décadas de presencia en la mejor carrera del mundo.
Entre los diez corredores vascos que partirán de Lieja han disputado 46 Tours -y acabado 42-, prácticamente cuatro vueltas completas a la Tierra. El récord es para Haimar Zubeldia, con diez participaciones a sus espaldas.