Movistar busca el podio en la trigésima participación consecutiva del equipo
Eusebio Unzue recordó en la rueda de prensa que concedió ayer el Movistar en Lieja que el equipo navarro empieza su trigésimo Tour consecutivo y se marcó el objetivo de lograr un podio como el conseguido de manera sorprendente en su debut con Ángel Arroyo en 1983.
Joseba ITURRIA
Cuando el equipo Reynolds se presentó en el Tour de 1983 lo hizo sin grandes aspiraciones porque solo participar era un objetivo para su director José Miguel Etxabarri, que tuvo que convencer a sus jóvenes corredores para debutar en una prueba de la que los veteranos del pelotón estatal no querían saber nada. Años después Etxabarri recordaba que para ello en la concentración del equipo en diciembre les dijo a sus corredores que «hay que ser atrevido. Hay que ir y empezar a aprender. Los cogí a todos y les dije: «Señores, nosotros queremos ir al Tour, pero no voy a ir yo porque quiero ir yo, sino porque queréis vosotros, que sois el futuro del ciclismo»». Dijeron que sí y, sin saberlo, abrieron una vía que dio grandes éxitos.
Así fue a la aventura un equipo formado por Ángel Arroyo, Enrique Aja, Pedro Delgado, Julián Gorospe, Tasio Greciano, Carlos Hernández, Jesús Hernández Úbeda, José Luis Laguía, Celestino Prieto y Jaume Villamajo, el único junto con Greciano que había corrido un Tour. De los diez, siete no superaban los 24 años. El recorrido era durísimo, con una crono por equipos de 100 kilómetros y una etapa de pavés. Pero lo que parecía una toma de contacto como aprendizaje resultó un éxito. Delgado fue la revelación y era segundo en la general tras el ganador Fignon hasta que sufrió un desfallecimiento en la última etapa de montaña. Arroyo ganó la cronoescalada al Puy de Dome y acabó segundo en la general. Además, el Reynolds logró cinco segundos puestos de etapa.
A partir de ahí, el equipo navarro no ha faltado a su cita con sus distintos nombres -Reynolds, Banesto, Illes Baleares, Caisse d'Epargne y Movistar- y ha conseguido siete victorias con Delgado (1988), Indurain (1991-95) y Pereiro (2006). Todas con Unzue al volante, que ayer destacaba que «es una gran ilusión y un privilegio para nosotros el poder volver a estar aquí después de 30 años. Desde 1983 no hemos faltado a esta cita».
A la hora de marcarse un objetivo, el manager del Movistar fue claro al trasmitir que «de lo primero de lo que estamos muy satisfechos es de poder llegar al Tour en perfectas condiciones todo el equipo y, particularmete, tanto Juanjo como Alejandro, que en 2009 ganó la Vuelta en su última grande. También Juanjo ha ganado la última Vuelta. Con estas referencias a día de hoy no pensamos en otra cosa que no sea intentar estar en el podio del Tour, primero por cómo se encuentran y segundo porque confiamos en la experiencia que uno y otro tienen. Son ellos los que nos dan confianza para poder pensar que podemos estar en el podio».
Los líderes no la corrían desde 2008
Si el equipo navarro no falta a su cita con el Tour desde 1983, sus dos líderes vuelven a una carrera en la que no participaban desde 2008. Valverde acabó octavo en aquella edición y ganó dos etapas y fue dos días líder. En 2009 no pudo correr porque el CONI le impedía entrar en Italia y en las dos últimas ediciones porque se amplió su sanción a todo el mundo. Desde que ganó la Vuelta de 2009 no ha disputado ninguna grande y por eso ayer señalaba que «son tres Tours sin poder estar en la salida. Sé que llego bien, pero es una incógnita saber cómo respondo en una prueba de tres semanas».
A la hora de marcarse objetivos entendía que «hay rivales fuertes y, sobre todo, dos favoritos como Wiggins y Evans que están mejor que nosotros por el tipo de recorrido. Pero salimos con ganas e ilusión, hemos venido en condiciones todo el equipo y estoy seguro de que nos va a salir un buen Tour. Está claro que el recorrido de este año, con esos cien kilómetros de contrarreloj, no es el más apropiado para mí, pero sabemos que el Tour no son solo dos días. Vamos a intentar defendernos ahí y tratar de recuperar en el resto, que son muchas etapas y en esta carrera puede pasar de todo».
Cobo era octavo de la general cuando saltó el escándalo en el Tour de 2008 por los positivos de sus compañeros Ricco y Piepoli, cuya descalificación permitió al cántabro quedarse con la etapa de Hautacam. Pero todo el Saunier Duval fue expulsado de la carrera y Cobo no ha vuelto hasta hoy. Ante su regreso señalaba que «mi condición es bastante buena a pesar de mi inicio de temporada. Llego con pocos días de competición, el equipo me ha dado tranquilidad, tengo una buena condición y espero ponerme al 100%. Mi objetivo es estar a la altura de Alejandro para echarle una mano para que pueda estar en el podio, que es el objetivo de todo el equipo. Es un hombre de garantías para ello. No me planteo ser sexto, octavo o décimo, sino estar a su servicio cuando lo necesite».