Escasos dos meses han transcurrido desde que se supo de la decisión del equipo de gobierno de Iñaki Azkuna de suprimir una de sus dos ambulancias municipales bajo el argumento de las duplicidades entre el Consistorio bilbaino y Osakidetza. La intención del Ayuntamiento era romper el convenio a partir de ayer, aunque Lakua le ha obligado a mantener el convenio de coordinación del transporte sanitario urgente hasta el 15 de agosto para cumplir los preceptivos tres meses desde que se produjo la renuncia, el pasado 15 de mayo.

Con este recorte, el Consistorio se pretende ahorrar un millón de euros anuales, estando pendiente el futuro de los trabajadores fijos adscritos. Fuentes municipales consultadas por GARA aseguran que la merma en el servicio «se produce ya de facto. No están llevando a cabo sustituciones para bajas y permisos desde el 21 de junio. Tampoco se contrata a nadie para cubrir las vacaciones».

En una comunicación del jefe de la Sección de Emergencias Médicas se aclara a los trabajadores que, cuando no haya personal suficiente para mantener en servicio las dos ambulancias, uno de los vehículos quedará fuera de servicio previa comunicación a Emergencias de Osakidetza. Esta decisión, insisten los opositores a la medida, pone en peligro al conjunto del sistema de emergencias en Bilbo, ya que se hace «sin ningún tipo de previsión y/o planificación dejando a la improvisación la posibilidad de poder prestar dichos servcios».

En el pleno municipal de mayo, el director del Gabinete de Alcaldía, Andoni Aldekoa, afirmó que se iba a garantizar el transporte de emergencias, algo que ponen en cuestión. Desde Bildu le preguntan la razón por la qué se conciertan servicios con la DYA, cuando el concurso que se ha adjudicado para cubrir los eventos de Aste Nagusia lo ha sido a la empresa Ambulancias Bizkaia. Estiman que esas labores las podrían satisfacer el Servicio Municipal de Emergencias (SAMUR).

«Irresponsabilidad»

«Creemos que es una irresponsabilidad reducir a la mitad el servicio de ambulancia, ya que sanitariamente y socialmente es un error, y económicamente no está ni mucho menos justificado», argumenta la edil de Bildu Ana Etxarte. Añade, además, que no se entiende ese recorte cuando en los últimos años se ha producido un aumento de la demanda. En 2011, el SAMUR atendió 6.243 emergencias, un 1,48% más que el ejercicio anterior, especializándose en la cobertura de eventos como Aste Nagusia, Bilbao BBK Live, Feria de Santo Tomás y otros muchos hasta completar 1.500 horas de servicio, que pasarán a ser subcontratados,

Pero la decisión del Consistorio bilbaino, rompiendo el convenio que mantenía con Osakidetza desde 2007, no solo afecta al nivel de cobertura en el Botxo sino que repercute al conjunto del sistema de ambulancias en Bizkaia. Lakua, por ejemplo, tendrá que reorganizar el servicio de modo que uno de los dos vehículos de los que disponen el extenso municipio de Karrantza atenderá a Bilbo mientras en el valle se queda la medicalizada y aquellos casos urgentes pasarán a poder ser cubiertos por un helicóptero del Servicio Vasco de Salud.

Asimismo, Urduña pierde la suya y pasará a partir del 15 de agosto a depender de la que tiene su base en Amurrio.

Mientras, los trabajadores del SAMUR insisten en que la solución no viene por desplazar recursos de Osakidetza de otros municipios de Bizkaia sino mantener lo propio. La unidad que se pretende eliminar es la que atiende el área de Avenida de las Universidades, Castaños, Plaza Ernesto Erkoreka, Errekalde y Zorrotza, con un vehículo de Soporte Vital Básico. En caso de una situación de emergencia grave como un accidente grave o un incendio, advierten, se impediría dar una respuesta adecuada. Es más, estiman que la solución no es recortar sino ampliar las prestaciones actuales.