La presidenta de la Fundación de víctimas del Terrorismo (FVT), Maite Pagazaurtundua, advirtió ayer de que una eventual «impunidad en el proceso del fin del terrorismo» puede llevar a algunas víctimas de ETA a «protagonizar episodios de venganza», ya que pueden sentirse «traicionadas por el Estado de Derecho».

Lo hizo en el marco del curso de verano «Un final de terrorismo sin impunidad» que se celebra en la Universidad Complutense de Madrid. Pagazaurtun- dua lanzó la velada amenaza de que «cincuenta años de no venganza por parte de las víctimas» no significa que, «si el Estado de Derecho les traiciona», eso no vaya a provocar «hechos indeseables», en forma de «episodios de venganza».

La presidenta de la FVT añadió que cada vez más gente en Euskal Herria «entra en el marco ideológico y conceptual de ETA y Batasuna, de lo que quieren y de la impunidad que exigen», y consideró que si la izquierda abertzale tiene «tanta gente trabajando a su favor» no habrá «efectos positivos a medio plazo, por mucho que la Policía les persiga».

En este contexto, Pagazaurtundua también lanzó duras críticas a Lakua o al PNV por «permitir un cierto marco de verdad confortable para el mundo de Batasuna y de ETA, con la aceptación acrítica de su marco ideológico y conceptual».

«Envidia por Batasuna»

Durante su discurso, la presidenta de la asociación ultra dejó algunos otros titulares como que «han habido muchos pactos por debajo que han llevado a la legalización de Bildu y Sortu». Además, consideró que muchas personas «no piensan que tenga que haber justicia» porque «quieren excarcelaciones saltándose esa justicia».

Pagazaurtundua llegó a afirmar también que «siente algo de envidia por el mundo de Batasuna», ya que, a su juicio, «han sabido hacer de la necesidad, virtud», logrando «dejar los muertos a otro».

Por todo ello, consideró que «la reconciliación está lejana», y que «el mundo de ETA tendría que descontaminarse y desintoxicar la sociedad vasca. Pero no están en eso, sino enredando todavía más».

La presidenta de la FVT se refirió, por último, a los encuentros entre presos políticos vascos y familiares de víctimas de la acción armada de ETA, citas que dijo «respetar, como todo aquello que salga voluntariamente de las víctimas», aunque matizó que «la imagen pública» de esas visitas es «un cierto paradigma ideal», ya que «suena a reeducación cuando realmente el aspecto central que hace que la sociedad vasca no se mueva no son las víctimas, sino el mundo de Batasuna y de ETA».