El juicio contra 193 kurdos, la mayoría miembros del partido Paz y Democracia (BDP), pero también escritores y profesores universitarios, comenzó ayer en Estambul entre un enorme despliegue policial y tensión entre miles de personas que se concentraron en el exterior del tribunal. El proceso se enmarca dentro de la campaña de criminalización bajo la política de «todo es KCK», grupo al que el Gobierno turco acusa de ser «el brazo urbano del PKK». Los abogados defensores llegaron a abandonar la sala cuando el tribunal rechazó la presencia de intérpretes para que los acusados pudieran declarar en kurdo, cuando comenzaron a decir «Ez li virim» (estoy aquí) al ser leídos sus nombres.