La campaña puesta en marcha por diferentes agentes sociales contra el veto a la ikurriña en Sanfermines va quemando etapas. El objetivo es mostrar la enseña vasca con normalidad en las fiestas, tanto en los balcones como en las calles. Como es sabido, las últimas ediciones han estado marcadas por la obsesión de la Policía Municipal por impedir que la bandera se vea, sobre todo en el chupinazo.

Durante los últimos días se han recogido 700 firmas significadas en apoyo a este objetivo. Cabe destacar también el apoyo recibido por parte de los sindicatos ELA, LAB y ESK o de las formaciones políticas integrantes de las dos coaliciones presentes en el Consistorio de Iruñea: Bildu y Nafarroa Bai. Se suman también diferentes colectivos sociales, asociaciones vecinales, peñas...

Con este objetivo, este pasado sábado tuvo lugar un buzoneo popular invitando a la ciudadanía a colgar la bandera tricolor de los balcones y ventanas de sus casas. La iniciativa concluyó con un almuerzo festivo presanferminero.

Esta dinámica tendrá como punto culminante la kalejira que partirá este viernes, el día del chupinazo, a las 11.00 desde la cercana calle Txapitela, que une Mercaderes y la Plaza del Castillo. La marcha, convocada a una hora del inicio festivo, quiere recordar a los dirigentes de UPN que la ikurriña es el símbolo nacional de Euskal Herria y que su presencia debe ser normalizada.

En los últimos años, la Policía Municipal se ha empleado a fondo para intentar que la bandera vasca no esté presente en la Plaza del Ayuntamiento durante el cohete, pese a que esto no constituye ningún delito. Esta actitud derivó en incidentes con un herido grave por un botellazo hace dos años.