El Parlamento Europeo contra el Acuerdo Comercial Anti-piratería
Los votos negativos de 478 eurodiputados han propiciado que el ACTA -Acuerdo Comercial Anti-Piratería-, haya sido rechazado en Estrasburgo. Los internautas han mostrado su alegría tras conocer el rechazo a este polémico acuerdo que recortaba los derechos de los ciudadanos.
Koldo LANDALUZE | DONOSTIA
En cuanto se dio a conocer que el Parlamento Europeo había rechazado en el día de ayer el ACTA -ese difuso y muy singular acuerdo internacional según el cual se pretendía combatir la falsificación y la piratería-, los internautas no han dudado en mostrar su alegría y su recelo ante esta norma que incluía un buen puñado de normas abiertas a todo tipo de lecturas.
Recordemos que el Acuerdo Comercial Anti-piratería ( Anti-Counterfeiting Trade Agreemet) es un reglamento internacional cuya presunta finalidad es la de regular la propiedad intelectual en el mercado global.
Desde el momento de su gestación, esta iniciativa que pretendía ampararse en la legalidad parlamentaria, protege exclusivamente intereses comerciales y se erige como un reglamento que abarca la regulación de los derechos de autor y que funciona ajeno a los ya existentes, tales como los de la Organización mundial de Comercio (OMC), la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) o la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El objetivo último de ACTA era que las grandes economías emergentes «mejoraran» sus políticas de propiedad intelectual y por ese motivo, este acuerdo fue saludado con muchas críticas negativas provenientes de muy diversos sectores, principalmente de los usuarios de internet, ya que las negociaciones no son dadas a conocer ni a los gobiernos ni a la población y la poca información que se filtra apunta a restricciones en el uso de la red, llegando al cierre de páginas que permiten descargar archivos que incluyan todo tipo de material cultural.
El caso de Estados Unidos resulta un tanto más sangrante ya que ACTA logra que los proveedores de internet revelen la información personal de sus clientes.
Rechazo
Tal y como se ha detallado, el principal motivo de este rechazo a ACTA radica en su propio planteamiento ya que deja dudas sobre su efectividad y sobre cómo su interpretación podría vulnerar los derechos de los ciudadanos ya que deja demasiados espacios para las «interpretaciones» que se puedan hacer de sus diversos y muy polémicos puntos. En este sentido, el europarlamentario David Martin detallaba sus motivos para dar su voto negativo: «Los beneficios esperados de este acuerdo internacional son muy inferiores a las posibles amenazas para las libertades civiles. Dada la vaguedad de determinados aspectos del texto y la incertidumbre por lo que respecta a su interpretación, el Parlamento Europeo no puede garantizar una adecuada protección de los derechos de los ciudadanos en el futuro en virtud del ACTA».
ACTA tenía que contar con el beneplácito de los 22 miembros de la U.E.: Una negativa o la no ratificación por Estrasburgo y el tratado era anulado.