El grupo juntero de Bildu en las Juntas Generales de Gipuzkoa compareció ayer en bloque ante los medios para expresar su «total respaldo» al diputado de Medio Ambiente, Juan Carlos Alduntzin, quien se enfrentará mañana a una moción de censura que defenderán juntos PNV, PSE y PP y que la coalición enmarca en «una clara estrategia política de desgaste» de Bildu.

La portavoz del grupo juntero, Idoia Ormazabal, señaló que la gestión de residuos obedece a una política comprometida por la coalición soberanista con la sociedad guipuzcoana, «y vamos a cumplir nuestra palabra», enfatizó. Por ello, Bildu recordó al PNV que «si quiere darle la vuelta al panorama político de Gipuzkoa tendrá que llevar su pacto con el PP y el PSE más allá de ataques personales contra el diputado de Medio Ambiente».

El grupo juntero subrayó que la oposición ha boicoteado el debate y «ha preferido pasar por encima» de análisis y estudios que confirman la efectividad del sistema frente a la incineración, además de pisotear las competencias de los ayuntamientos.

Ormazabal recordó que en la anterior legislatura se adoptaron y «blindaron» decisiones sobre la gestión de residuos «en una situación no democrática, aprovechando un falsa representación de la sociedad guipuzcoana», con acuerdos que se produjeron en el seno de GHK después incluso de los comicios, sabiendo que venía un cambio político en las isntituciones.

El grupo juntero incidió en que «no hay justificación para la incineración más allá del interés en convertir la gestión de los residuos en un negocio».

Eguzki se posiciona

A juicio de Bildu, detrás de la polémica sobre las basuras «hay intereses políticos concretos» en un ambiente claramente preelectoral, en el que «el PNV tiene en juego su futuro político» y necesitará apoyos de PP y PSE para llegar a Lehendakaritza.

Por su parte, el grupo ecologista Eguzki hizo un llamamiento a la ciudadanía guipuzcoana a «rescatar» la política de gestión de residuos de la utilización partidista, que ha hecho del tema «pura munición electoral».

Eguzki defendió la gestión de Bildu, en la que aprecia «algunos aspectos débiles» como la falta de concreción en los sistemas de pago y apuntó que la estrategia propuesta en Gipuzkoa plantea alcanzar el 60% de la recogida selectiva para el año 2016 y un 75% para 2020, mientras las medidas del anterior documento no han superado el 33% de reciclaje.