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«Navajito»no tenía filo y sus arreones solo dejaron golpetazos
Ramón SOLA | IRUÑEA
Domingo y Miura, binomio indisoluble. Ni una cornada, desenlace habitual. Y, sin embargo, no fue un clásico encierro Miura, en el que la manada corre junta y sin derrotar. «Navajito» hizo la guerra por su cuenta desde el inicio.
Los imponentes morlacos sevillanos salieron nerviosos, atropellándose unos a otros, pero fue el más grande de todos, con ese nombre que no vaticinaba nada nuevo, el que se llevó el protagonismo absoluto. Como si fuera un Usain Bolt preparándose para Londres, el torazo arrolló a los corredores en varios puntos, sobre todo a la altura de la mitad de Santo Domingo, en la pared de frente del antiguo Unzu en Mercaderes, 30 metros más allá de la curva de Estafeta y a la entrada al callejón por la parte derecha. La de Estafeta fue la acometida más salvaje. Un joven quedó enganchado en medio de las dos astas, con los pitones casi afeitándole el rostro. Pero salvó el pellejo.
La velocidad del burel queda clara si se aprecia que llegó a Estafeta en menos de un minuto y a la Plaza en menos de dos pese a las sucesivas caídas que sufrió. «Navajito» parecía salir de cada una cada vez más rápido. Esta vez ni los expertos más templados pudieron aguantarle el ritmo. Era imposible.
La Cruz Roja solo tardó cinco minutos en despejar las numerosas dudas. Sorprendentemente, no se había producido un solo herido por asta, y sí un buen número de contusionados, pero también sin grandes averías.
Los dos jóvenes que fueron ingresados en centros hospitalarios de Iruñea tras el segundo encierro presentan pronóstico menos grave. Un madrileño de 35 años sufró una fractura vertebral en el tramo del Ayuntamiento y F.G.C., natural de la localidad vizcaína de Zornotza, de 29 años, resultó policontusionado en la entrada a la Plaza de Toros. Ambos permanecen en el Complejo Hospitalario de Navarra, donde también continúa ingresado un corredor navarro de 73 años que anteayer fue alcanzado por el asta de un toro. Se trata de Víctor Arricibita, un veterano corredor que reside durante la mayor parte del año en Tenerife y no piensa dejar de correr el encierro.