La desgracia se cebó ayer con Euskaltel al perder a su líder Samuel Sánchez y a Gorka Verdugo en una etapa espectacular ganada por el corredor más joven del Tour, Thibaut Pinot, que aventajó en medio minuto a un grupo de diez elegidos entre los que estaban los principales favoritos y Haimar Zubeldia, que se coloca quinto en la general.

Samuel Sánchez se cayó en el kilómetro 56 junto a Alejandro Valverde y Voeckler, entre otros, y tuvo que retirarse con una una fractura del tercer metacarpiano de la mano derecha y una fuerte contusión en la clavícula izquierda, a la espera de realizar exploraciones complementarias que determinen con exactitud la lesión en esta zona. Unas secuelas que no solo le dejan fuera del Tour, también ponen en serio peligro la defensa de su título olímpico en los Juegos Olímpicos de Londres, aunque Samuel no quiso hablar de futuros objetivos hasta conocer el alcance exacto de sus lesiones.

Gorka Verdugo tampoco pudo aguantar y se vio obligado a abandonar en una etapa durísima desde la salida, cuando el de Etxarri Aranatz quedó descolgado como consecuencia de la herida profunda en la zona tibial producto de la misma caída que provocó la retirada de Mikel Astarloza y Amets Txurruka.

Samuel, que no es de los que se caen y había acabado entre los 17 primeros las últimas nueve grandes que había disputado sin abandonar nunca, decía una y otra vez antes de ir a Lieja que lo primero que pedía era no caerse. Ya sufrió una dura caída en la Dauphiné y la fortuna volvió a perseguirle ayer con una caída que además deja al Euskaltel sin los puntos que debía conseguir su líder, que eran vitales para asegurar la presencia en el World Tour el año próximo.

Con la moral afectada

Euskaltel no solo ha perdido al líder, también a otros tres corredores importantes más, y buena parte de la moral de los cinco que quedan. Gorka Izagirre, Pablo Urtasun, Rubén Pérez, Egoi Martínez y Jorge Azanza quedan en carrera sin el referente del líder, con la moral tocada y con el objetivo de lograr una etapa que ayer buscaron los tres primeros en los numerosos intentos hasta formar la escapada que más trabajo ha costado en este Tour.

De todos ellos fue el de Ormaiztegi el que entró en la fuga buena que se formó en el kilómetro 50 con veinte corredores junto a Moinard (BMC), Gallopin y Voigt (RadioShack), Kern (Europcar), Marzano (Lampre), Nerz (Liquigas), Péraud y Kadri (Ag2r), Jeandesboz (Saur), Valls (Vacansoleil), Vorganov (Katusha), Pinot (FDJ), Kruijwijk (Rabobank), Kiryienka (Movistar), Cris Sorensen (Saxo), Kessiakoff y Kiserlovski (Astana) y Weening (Orica). Luego se les unieron Roy (FDJ) y Hoogerland (Vacansoleil). Parecía una etapa propicia para el mayor de los Izagirre, que había dado muestras de una buena forma la víspera, pero fue caerse Samuel y quedarse descolgado del grupo.

De esa veintena de corredores se marchó por delante primero Roy y luego Kessiakov, que aguantó en cabeza hasta que fue superado por Thibaut Pinot en el último puerto de Primera situado a 16 kilómetros de meta. La joven promesa del FDJ, al que Marc Madiot llevó a última hora para cubrir la baja de Jeannesson, dio una gran victoria a su equipo y fue el único de los fugados que llegó delante del reducido grupo de los favoritos.

La última promesa francesa

Thibaut Pinot es la nueva promesa francesa para las grandes vueltas. Debutó en profesionales con el FDJ en 2010 con 19 años y esa temporada ya se clasificó vigésimo en la Dauphiné y quinto en el Tour de Finisterre y de l'Ain. La temporada pasada consiguió seis victorias, con dos vueltas, y otros seis puestos entre los tres primeros, y este año ha mostrado un gran nivel en Romandía y Suiza.

El Sky corrió de forma poco inteligente al trabajar demasiado en la parte inicial para anular fugas en las que no entraban corredores realmente peligrosos y cuando llegó el puerto de La Croix Wiggins se quedó solo con Froome. Vanendert endureció el ritmo para preparar el ataque de Vandenbroeck en los últimos metros de ascensión, al que se sumó Evans tras coronar.

También Nibali atacó en la bajada y Evans y Vandenbroeck volvieron a hacerlo en los últimos kilómetros, pero Wiggins respondió bien a todos los ataques. Al margen de atacarse, la decena de corredores que se unieron en cabeza, entre ellos Haimar Zubeldia, también colaboraron para abrir distancia sobre los demás en una etapa durísima en la que apenas hubo unos minutos de tregua.

Taaramäe acusó el desgaste de la etapa anterior y permitió al usurbildarra arrebatarle la quinta plaza en la general antes de la crono de hoy. Klöden volvió a fallar y el guipuzcoano tendrá libertad para defender sus opciones y al mismo tiempo luchar por la general por equipos que ayer pasó a encabezar RadioShack. Sky no estuvo tan súper como el sábado.