Para fortuna de los organizadores de festivales, estos se han convertido en una fiesta conjunta donde la música es el origen de todo, pero donde los alicientes para acudir son la suma de muchas cosas, entre ellas la convivencia, el ligoteo, la fiesta, los servicios que se presten y el precio.

Kobetamendi está alejado de las calles de Bilbo, pero el entorno de naturaleza, vistas y autobuses lo visten muy bien. Una enorme cervecera complementa, finalmente, todo el montaje.

No obstante, BBBK Live tendrá que resolver para el próximo año el asunto del cámping y los saneamientos, ya que el espacio no da para que más de 30.000 personas acudan cada día al festival bajo unas condiciones adecuadas.

Los campistan han improvisado lugares en todo el espacio que circunda el recinto. Se han metido en campas ajenas, en cunetas imposibles, en campos de futbito del barrio... Bajo estas circunstancias, la higiene no ha podido ser la mejor, pero ni siquiera el descanso.

Quien acude a un festival y no puede dormir o descansar, si encuentra excesivos olores (los hay en el cámping oficial arbolado y en el propio recinto del festival), es posible que no vuelva por el malestar o el sacrificio a realizar, aunque los jóvenes lo aguanten (casi) todo. Si la cola para que una chica pueda utilizar el baño es de cien metros, surge la queja y el «esto no me gusta nada, yo aquí no vuelvo», como hemos escuchado.

Además, Last Tour International no ha sido claro con el asunto del derecho de la gente a introducir comida y bebida al recinto siempre que no represente un peligro potencial, un refresco en lata, por ejemplo. En la zona de portones (entrada), todas las bebidas y bocadillos iban a la basura por orden del equipo de seguridad, quien, a su vez, habría sido instruido por la dirección. Tirar comida no es admisible y menos aún que te obliguen a ello. No está el mundo ni la sociedad para semejante actitud, pero tampoco es asumible que no puedas introducir una cerveza en un vaso de plástico. Hace unos años FACUA, y algún otro organismo de consumo, ya denunció esos hechos comunes a algunos festivales, y hubo sentencia en el sentido de que no se podía prohibir la introducción de alimentos ni bebidas. La experiencia la hemos vivido en primera persona, pues no se nos ha permitido el paso por ir comiendo un bocadillo al que le quedaban diez centímetros para ser triturado.

Tengamos el mejor festival de Europa. limpio, lógico... y con una buena programación (subamos de esas tres estrellas). Este año se ha avanzado mucho con la recuperación de espacios, pero aún se puede mejorar en cosas tan básicas como mayor limpieza durante el día y la noche, y mayor sensibilidad con el medio ambiente, que se está en un parque, una de esas zonas verdes a las que tanto alude con orgullo el alcalde de la ciudad.

Kobetamendi ha quedado como un campo de fútbol de regional, la hierba ha desaparecido en zonas. Desgraciadamente, y como en años anteriores, el Ayuntamiento no hará nada por mejorar el aspecto para que los usuarios del parque disfruten de un verano verde.

Al margen de lo comentado, en organización BBBK Live funciona bien, la sección de prensa muy bien... y felicitarles por tener la perspicacia de ver el potencial del cartel.