Maite SOROA | msoroa@gara.net
Expertos en hacer la pelota a su monarca
Lo de los medios del infraebro con todo lo que tiene que ver con su monarca roza el esperpento. Porque una cosa es ser obsequioso, y otra dar jabón hasta blanquearte las manos. Resulta que el Borbón ha dicho que va a reducir su sueldo -el oficial, ahí no entran los réditos millonarios de sus negocios- un 7,1%, y algunos editorialistas han tardado poco en caer rendidos. Así, en «La Razón» titulaban ayer el editorial con la frase «Seguir el ejemplo del Rey», y afirmaban que tanto el cazador de elefantes como su hijo «han adoptado una acertadísima medida de solidaridad con todos los españoles y, especialmente, con los empleados públicos que acaban de sufrir en sus nóminas el ajuste más duro provocado por la crisis». Sí, seguro que las empleadas y empleados públicos les están eternamente agradecidos... No solo eso, sino que para el editorialista del escorado diario «su acto ejemplar marca un camino de sacrificio personal imprescindible que otros muchos deberían seguir». ¿Sacrificio personal, el Borbón? Pero si lo más sacrificado que hace es intentar vocalizar ante las cámaras. Luego, tras una sarta de melonadas del estilo, el editorial empezaba así su último párrafo: «De esta crisis se puede salir, pero debemos hacerlo todos juntos, como ilustra el ejemplo del Rey». Vale, pues que el vetusto monarca se apunte al Inem y se sume a los cinco millones de paradas y parados del Estado. Y que salga de la crisis con ellos, todos juntitos y con el mismo sueldo.
Por su parte, «Abc», periódico monárquico por excelencia, calificaba el propagandístico anuncio de «gesto de austeridad», y sostenía que «esta reducción de haberes, libre y voluntaria, merece ser destacada como gesto solidario de la más alta institución del Estado hacia el conjunto de la sociedad española en una época de emergencia económica». Puestos a hacer gestos, servidora tiene una amiga a la que ya le gustaría hacerle otro al campechano monarca... pero no creo que le dejen. Para rematar, el diario de Vocento se lanzaba con el más difícil todavía: «Frente a las críticas injustas de una minoría irresponsable, las cuentas de la Casa del Rey son absolutamente transparentes y reflejan con fidelidad la austeridad de la institución». Realmente, no tienen vergüenza.