Los españoles no ganan para sustos. No solo son un peligro para la economía mundial y tienen las arcas más vacías que las calles de Gasteiz un 10 de agosto, sino que además para los Juegos Olímpicos de Londres les han diseñado la equipación más fea de la historia, incluyendo las olimpiadas de la antigua Grecia. Luego se quejarán de que cuando van por el mundo les señalan con el dedo. Haciendo el ridículo sí que son campeones.