El Ibex se colocó al borde de los 6.600 puntos, pese a que la prima de riesgo y la rentabilidad del bono pudieran estar avisando del rescate global del Estado español al mantenerse en niveles insostenibles. El programa de recortes del Gobierno del PP no ha sido capaz de frenar la desconfianza en los mercados. Tampoco lo hará, según muchos expertos, la difusión del acuerdo final para la concesión del préstamo de 100.000 millones de dólares que debe evitar la quiebra del sector financiero. En ese contexto de vértigo sobre el futuro de un buen puñado de entidades, ayer se recibió un nuevo mazazo al informarse del crecimiento de la tasa de morosidad bancaria hasta el 8,95% en mayo, apenas dos décimas por debajo del récord alcanzado en febrero de 1994. En total, hasta 155.941 millones de euros se consideran créditos dudosos. En la misma línea, el precio de la vivienda cayó, según Fomento, hacia niveles de 2004, otro quebradero de cabeza para los bancos a la hora de ajustar sus activos inmobiliarios a los precios de mercado. Pese a todo, la buena salida de Wall Street y el optimismo del resto de Europa ayudaron al Ibex a cerrar en positivo. Hoy saldrá desde los 6.591,20 puntos, tras anotarse un 0,50%. Las alzas de Londres (+1,01%), París (+1,84%) y Fráncfort (+1,62%) fueron más contundentes. Dentro del Ibex, sorprendió la reacción de Bankia (+14,37%). Por detrás quedaron las ganancias de Indra (+5,58%) y Dia (+2,37%). Todos los grandes, a excepción de Iberdrola, acabaron en verde. En París, Sanofi (+3,63%) y France Télécom (+2,58%) fueron los mejores entre los principales valores.