La tensa situación en el conflictivo departamento colombiano del Cauca se agravó ayer con el desalojo de los indígenas nasa de la base militar del cerro Berlín, de la que previamente habían expulsado a los soldados, y la confirmación de la muerte de un joven nativo a manos de las Fuerzas Armadas que realizaban «operaciones militares para cualquier pretensión terrorista contra la comunidad».

El Ejército explicó que los hechos ocurrieron en La Venta, zona rural de Caldono, situada cerca de Toribío, aunque no quiso vincular lo sucedido con la crisis que se esta viviendo en esta localidad ni precisó cómo ocurrió.

Los indígenas respondieron indignados a la muerte del joven que identificaron como Fabián Queipa, integrante del movimiento campesino del Cauca, cuya muerte, según explicaron, se produjo porque no obedeció las órdenes de un retén militar que se había instalado en la zona. Como respuesta, los nativos decidieron retener a treinta soldados en Toribío, según confirmó Elver Alvarado, gobernador del resguardo indígena La Laguna de Siberia, en Caldono.

La muerte de Queipa tensó aún más la situación en Toribío, donde el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional desalojó en la madrugada de ayer al medio centenar de miembros de la Guardia Indígena que, armados con sus bastones, consiguieron el martes echar a unos cien uniformados del campamento del cerro Berlín, estratégico en la lucha contra la guerrilla, tras horas de intensos enfrentamientos que dejaron una veintena de nativos heridos.

Los indígenas responsabilizan a militares y guerrilleros de las FARC del incremento de la violencia en el Cauca, donde se han intensificado los combates y habían dado hasta la medianoche del lunes de plazo para que todos los hombres armados abandonaran sus tierras ancestrales, sobre las que tienen amplia autonomía administrativa.

Según la Asociación de Cabildos Indígena del Norte del Cauca (ACIN), que se declaró en «resistencia permanente» el pasado día 8, la intervención policial ordenada por el presidente, Juan Manuel Santos, dejó al menor tres nativos heridos, un detenido y un desaparecido.

Tras ordenar el desalojo, Santos dijo haber autorizado a su ministro de Interior la apertura de un diálogo con los indígenas nasa condicionado al fin de las «agresiones» a los uniformados.

Según Telesur, miles de indígenas cercaban de nuevo ayer el cerro Berlín.