La izquierda mexicana acusó ayer a PRI de usar presuntamente «dinero de procedencia ilícita» para financiar la última campaña electoral y consideró que es motivo suficiente para invalidar la votación.

«Tengo elementos para decir que se utilizó en la campaña de (Enrique) Peña Nieto dinero de procedencia ilícita (...). Sería muy grave que no se aclare», afirmó el líder de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.

López Obrador ofreció en rueda de prensa datos y documentos sobre lo que calificó como una «triangulación» de empresas y transferencias de fondos que vincula a varias compañías -Inizzio, Atama, Koleos, Tiguan y Efra- y a una persona física, Rodrigo Fernández Noriega.

El abogado Jaime Cárdenas dijo que «presumiblemente» esos fondos transferidos proceden de recursos públicos de gobiernos regionales «o del crimen organizado», sin dar más datos.

Cárdenas y López Obrador aseguraron que el «entramado» de empresas, algunas de ellas con domicilio fiscal falso, está ligado con el banco local Monex, que supuestamente entregó tarjetas de prepago a operadores políticos del PRI durante la campaña electoral.

El gobernante PAN también había denunciado el uso de esas tarjetas pero no ha pedido la invalidación de los comicios.

Cárdenas dijo que los fondos transferidos y con origen sospechoso pueden alcanzar los 108 millones de pesos (8,1 millones de dólares), pero agregó que la izquierda solo estaba denunciando «la punta del iceberg».

La denuncia será presentada ante las autoridades electorales y ante el máximo tribunal que se ha encargado de validar los resultados de las elecciones.

La comparecencia estaba convocada para dar a conocer un «plan para la defensa de la democracia» que había anticipado López Obrador, anuncio que aplazó hasta el viernes por la «gravedad» de la denuncia de ayer.