Los amigos del cáñamo y fumetas en general han esperado pacientemente el estreno de «Mr. Nice», película basada en la autobiografía de Howard Marks, que en la pantalla es encarnado por el también galés Rhys Ifans. El actor da muy bien con la imagen que Mr. Nice tenía en los años 70, época en la que se convirtió en un mito viviente, al impulsar la distribución internacional del cannabis, con el consiguiente toque aventurero que venía dado por lo ilegal de su actividad.

La película de Bernard Rose se centra también en la década posterior, cuando residió en Mallorca y fue deportado a los Estados Unidos, donde fue condenado a 25 años de cárcel, hasta que en 1995 salió en libertad condicional. Y ahí ya pasa directamente a la última etapa, coincidiendo con la publicación de su primer libro de memorias, en la que se dedica al activismo a favor de la legalización de las drogas blandas. Amsterdam pasa entonces a ser el centro de operaciones, gracias a la formación de bancos de semillas.

El reparto internacional incluye al gallego Luis Tosar, que hace de agente antidroga de la DEA. Pero fue Rhys Ifans quién se llevó el premio al Mejor Actor en el Festival de Sevilla hace dos años, por su increíble caracterización.