Alejandro Valverde consiguió ayer la victoria en Peyragudes que salva su Tour y el de Movistar gracias a la táctica del Sky, que mandó parar de una manera incomprensible a Froome cuando tenía todo a su favor para ganar la etapa y asegurar su segunda plaza en París, porque Nibali se había quedado.

Al ver que el murciano estaba a su alcance y que Nibali se quedaba, Froome aceleró y Wiggins seguía a su rueda y se quedaron los dos solos en cabeza. Aumentó el ritmo y su líder se quedó y el Sky le mandó frenar cuando de haber subido cada uno a su ritmo habría ganado la etapa y Wiggins no habría perdido medio minuto y mantendría la primera plaza en la general.

Una cosa es que Froome ataque y perjudique a su líder y beneficie a sus rivales, pero privarle de una etapa, además de la Vuelta que le hicieron perder el año pasado, es hasta injusto para el grado de fidelidad que ha demostrado en las dos últimas grandes el keniano de nacimiento, en las que ha trabajado para su líder a pesar de ser el corredor más fuerte. Lo que se vio ayer en Peyragudes ni es bueno para el ciclismo, ni para el Sky, ni para el propio Wiggins, que habría quedado mucho mejor si permite ir a su lugarteniente a ganar su etapa y asegurar la segunda plaza, porque tampoco corría peligro su victoria final.

Trabajo de Movistar y Euskaltel

La estrategia del Sky premió la combatividad del Movistar, que junto a Euskaltel realizaron un gran trabajo para buscar la victoria. Valverde fue el más fuerte de una escapada de diecisiete corredores que se formó en la bajada del primer puerto de Menté, en la que Movistar colocó a tres corredores, también a Rubén Plaza y Rui Costa, y Euskaltel otros tres, los mismos del día anterior, Egoi Martínez, Gorka Izagirre y Jorge Azanza.

En un primer momento fueron ocho ciclistas los que se fueron por delante: Egoi Martínez, Peraud, Casar, Rui Costa, Valverde, Kessiakoff, Voeckler -que mantuvieron una pugna por la montaña que se decantó a favor del corredor del Europcar- y Nibali, al que Valverde tuvo que convencer para que se quedara descolgado para que el Sky diera permiso a la escapada.

Ese momento lo aprovecharon otros diez corredores para marcharse por delante y los representantes de los dos equipos vascos fueron los más fuertes de la escapada, a pesar de que tuvieron que llevar el mayor peso. Movistar jugó bien sus cartas, porque primero Rubén Plaza se desgastó para abrir hueco, luego Rui Costa atacó para obligar a trabajar a Euskaltel y, cuando Egoi Martínez atrapaba al portugués, Valverde lanzó un ataque que iba a resultar decisivo.

Una victoria difícil

No fue una victoria fácil, porque Liquigas quiso trabajar en el pelotón para ganar en Peyragudes con Nibali y la ventaja con el primer grupo rondó en todo momento los dos minutos. En el Peyresourde comenzaron los ataques de los Lotto Vanendert y Vandenbroeck y la distancia empezó a decrecer hasta el punto de peligrar su victoria en los escasos tres kilómetros que tenía la subida de Peyragudes.

Entonces atacó Pinot y aceleró Froome, sin seguir su trabajo para conseguir la victoria. Gracias a ello Valverde logró la victoria por la que peleó Movistar, que ha ganado una etapa en todas las grandes disputadas desde que la empresa de telefonía asumió el patrocinio del equipo.

Para Valverde supone la cuarta victoria en el Tour, tras las conseguidas en Courchevel (2005), Plumelec y Superbesse (2008), la última tras la descalificación de Ricardo Ricco.

Euskaltel no tuvo tanto premio, pero volvió a dar una gran imagen en Pirineos, con tres de sus cinco corredores en la escapada buena. Egoi Martínez se aseguró el puesto 17 de la general, que tiene más mérito porque lo ha conseguido con ataques en casi todos los días.