Los votos de PP y Bildu consiguieron ayer desatascar el proyecto para construir la nueva estación de autobuses de Gasteiz y llevar esta infraestructura a la plaza Euskaltzaindia, en contra del criterio de PNV y PSE.

El visto bueno al proyecto tuvo lugar en la reunión del consejo de la sociedad municipal Ensanche 21 celebrada por la tarde. En ella, se refrendó el pliego de condiciones y la convocatoria del procedimiento de contratación para la adjudicación de las obras, que todavía quedan pendientes de sendos trámites para que la maquinaria pueda entrar en la parcela frente a la sede del Ejecutivo de Lakua.

Tras sumar los apoyos, el proyecto sigue adelante y en setiembre se someterá a sus últimos trámites antes de que entren las máquinas a trabajar en el solar hacia final de año. Previamente, el pleno municipal deberá modificar el Plan General de Ordenación Urbana para permitir su construcción en esta parcela. La intención del Ayuntamiento es que la obra esté terminada a lo largo de 2014.

Según informó el Consistorio, la futura estación tendrá una superficie de 15.600 metros cuadrados y contará con un aparcamiento subterráneo con 307 plazas para coches, 8 de motos y 86 de bicicletas. Será en superficie y estará dispuesta transversalmente al bulevar de Euskalherria. Los autobuses accederán por la calle Donostia a través de un carril de entrada y otro de salida mientras que la entrada de pasajeros se ubicará en la calle Rafael Alberti al igual que la parada de taxis.

La actual estación, ubicada en la calle de Los Herrán, abrió sus puertas en 1993 con la intención de ser una instalación provisional, sin embargo, ha prestado servicio a los gasteiztarra durante casi 20 años.

En la pasada legislatura, el entonces alcalde Patxi Lazcoz (PSE) tenía planeado construir una nueva estación en el parque de Arriaga, muy cerca de la plaza Euskaltzaindia, donde también proyectó levantar una infraestructura cultural que su sucesor, Javier Maroto (PP), guardó en el cajón por su elevado coste.

Sin embargo, para cuando Lazcoz se fue del Consistorio las máquinas ya habían entrado en la parcela y habían dejado un socavón de más de diez metros de profundidad, que Maroto decidió aprovechar para ubicar allí la estación de autobuses.

El proyecto para construir una nueva estación de autobuses acorde a las necesidades de una ciudad de 250.000 habitantes ha dividido a los partidos en sucesivas legislaturas y los grupos de la oposición estuvieron a punto de dejar el asunto en manos de una consulta vinculante a los gasteiztarra.

Maroto llegó a aceptar que se celebrara una consulta este mes si la mayoría de la Corporación lo pedía aunque puso algunas condiciones, una de ellas que no costara un euro a las arcas municipales. Finalmente, los diferentes grupos de la oposición tampoco fueron capaces de ponerse de acuerdo y esta iniciativa decayó.